Uno de los tres atracadores de un conocido hotel de Benavente, integrante de una banda organizada kosovar cumplirá dos años de prisión por un robo con fuerza e intimidación, con la agravante de disfraz, ya que iba con la cara cubierta. El imputado deberá indemnizar al establecimiento con el pago de 1.270 euros, la cantidad que se llevó en la máquina registradora sustraída del local, que apareció en Villalpando, a 20 kilómetros del local en el que irrumpió junto a otros dos miembros del grupo organizado la noche del 25 de febrero de 2018.

El ahora condenado portaba una maza cuando entró con sus cómplices al hotel para sustraer la máquina registradora directamente, tras amenazar a los empleados. Precisamente, fue una de las empleadas la que describió el aspecto de este individuo, muy alto, de nariz aguileña, con andares peculiares y un acento extranjero. Las cámaras de seguridad del hotel dieron más pistas a los agentes de la Guardia Civil que investigaron el robo, como la dirección de la que venían, Asturias, y la que tomaron tras el robo, Madrid.

Las pesquisas policiales permitieron localizar solo a este individuo, al que se juzgó por videoconferencia en el Juzgado de lo Penal de Zamora al hallarse en otra ciudad. El imputado reconoció haber participado en el asalto y se mostró arrepentido, dos atenuantes que permitieron que la Fiscalía Provincial reconsiderase los cinco años de prisión que había exigido a la magistrada, que quedaron en dos.

La pena de cárcel se le puede conmutar por al expulsión a su país de origen. La banda kosovar a la que la Fiscalía asegura que pertenece actúa, al parecer, desde Madrid, provincia desde la que se desplaza a otros puntos de la geografía española bien comunicados por carretera y que permite a sus integrantes abandonar con rapidez los lugares que eligen para robar.