La red provincial de carreteras de Zamora ha regresado "prácticamente a la normalidad" tras la nevada registrada durante el pasado fin de semana. Así lo ha asegurado este miércoles el vicepresidente tercero de la institución y responsable del área de Medio Ambiente, Javier Faúndez, que ha reconocido que la borrasca Filomena "ha sacudido con fuerza a lugares donde hacía años que no se veía la nieve".

Además, la retirada de los restos de la nevada se vio dificultada por el intenso frío de los días siguientes, que aún continúa, y que provocó la presencia de numerosas placas de hielo en las carreteras. Los trabajadores de la Diputación han echado fundente y sal en estas vías, y han invertido 1.100 horas de trabajo en total para devolver a toda la provincia a una situación de estabilidad.

En ese sentido, Faúndez ha apuntado que "se puede circular bien por todas las vías", después de unas jornadas en las que la prioridad de la Diputación ha sido "no dejar a ningún pueblo aislado".

El vicepresidente provincial ha destacado en este punto el papel de los alcaldes, de los agricultores y de los vecinos en general para lograr reducir el impacto de la borrasca en la vida cotidiana de los municipios.