Las residencias de mayores y personas con discapacidad se cerraron el 13 de marzo pero ya era tarde para evitar la entrada del coronavirus, hubo carencia de personal y equipos de protección individual y en general la epidemia del coronavirus llegó como un tsumani que superó claramente un sistema que no estaba preparado para una infección de tamaña envergadura. Lo reconoció la consejera de Familia, Isabel Blanco, en la presentación del informe “El impacto COVID en las residencias de Castilla y León” que supone la verdad oficial sobre lo ocurrido en los geriátricos sobre todo en la primera oleada, ya que los resultados de la segunda sólo llegan al 15 de septiembre y por tanto, se deberán completar posteriormente debido a que la pandemia no ha terminado, ni mucho menos.

La zamorana encargada de pilotar la gestión de la pandemia reconoció algunos puntos donde se pudo actuar mejor, pero en ese momento, vino a decir, fue lo que se pudo hacer teniendo en cuenta lo que se sabía del virus y los medios disponibles. Eso sí, se defendió frente a algunas acusaciones, como la de que los ancianos no fueron atendidos en los hospitales o las peticiones de dimisión de sindicatos como UGT, cuyas denuncias han acabado archivadas por los tribunales.

El sector residencial de Zamora está compuesto por 65 centros, con 4.412 plazas, de las cuales 4.014, un 91%, estaban ocupadas al inicio de la pandemia, el nivel de ocupación más alto de la comunidad, junto con el de Soria. Posteriormente, cuando los geriátricos tuvieron que cerrar, el nivel de ocupación se distorsionó, ya que no se admitían nuevos ingresos.

De estas 4.412 plazas, la mayor parte, 2.150, pertenecen a residencias privadas con ánimo de lucro, otras 1.312 son públicas y 950 de entidades privadas sin ánimo de lucho. Hay 21 residencias públicas, doce privadas sin ánimo de lucro y 32 privadas con ánimo de lucro; en total 65. Y de estas 65, trece tienen más de cien plazas, 21 de 50 a 99 plazas, 23 de 25 a 49 lazas y ocho con menos de 25 plazas. Además 48 de las 65 residencias de Zamora están en el ámbito rural, seis en el urbano y once en periurbano.

El virus entró en doce centros de Zamora, con 866 residentes. Del total de 4.014 residentes 332 fueron positivos de coronavirus confirmado. Estuvieron expuestos en 18% de los centros y el 22% de los residentes.

Estadística residencias de Zamora.

Las provincias menos afectadas fueron, en esa primera oleada, Zamora y Palencia, donde solo uno de cada 6 centros tuvo contagios. En Palencia sobresalen las residencias afectadas de la capital, mientras que en Zamora están dispersos. “En ambos casos la mayor parte de los casos se han concentrado en centros grandes con contagio temprano”.

Respecto a la morbilidad (es decir, cuánta gente enfermó), las diferencias entre provincias son muy notables, desde el 8-9% de Palencia y Zamora, hasta el 34-38% de Soria y el 37-44% de Segovia; es decir, una distancia de mas de 30 puntos porcentuales entre los extremos. “Esto se explica por la diferente incidencia de la epidemia en el territorio” indica el informe de la Junta.

La fecha del primer caso. Antes del 23 de marzo hubo solo cinco casos en Zamora, la provincia que menos tuvo de la comunidad, tres en la siguiente semana, otro en la posterior, y las dos siguientes y otro más después del 26 de abril.

Durante la primera fase de la pandemia fallecieron en Zamora 61 personas con COVID confirmado, 60 con síntomas compatibles, en total 121, mientras por otras causas fallecían 289 residentes. En total fueron 410 los residentes fallecidos por todas las causas.

En cuanto a los trabajadores, de 2.186 empleados en la provincia de Zamora un total de 115 tuvieron COVID confirmado, 59 en cuarentena. Es decir, un 5% de infectados confirmados y un 8% de afectados. Si el foco se pone solo en las residencias con contagios, tenían 653 trabajadores y 105 resultaron infectados confirmados, y además de 38 guardaron cuarentena lo que da un porcentaje COVID confirmados del 16% y de afectados 22%.

El 90% de los centros de atención a personas mayores y con discapacidad no tuvo casos de COVID activo ni fallecidos con coronavirus confirmados o con síntomas compatibles en Zamora. Y el 82% de los centros residenciales de atención a las personas mayores (es decir, eliminando de la estadística los centros de discapacidad) en los que residen el 78% de los residentes estuvieron libres de contagios.

De los 4.014 residentes, 866 vivían en centros con contagios y 332 resultaron efectivamente infectados. Esto significa que la morbilidad de Zamora fue la menor de todo Castilla y León, junto con la de Palencia, es decir, un 8,3% de los residentes resultaron contagiados.

Zamora: pocos contagios, muchos muertos

Pese a ser la provincia, con Palencia, de menor incidencia de casos, encabezó el indicador de letalidad

Pero entre los centros donde entró el virus, en Zamora contagió a cuatro de cada diez internos (un 38,3%, en la media de toda la comunidad).

La tasa de mortalidad, es decir los muertos en relación al total de residentes, fue en Zamora muy baja, del 3% contando incluso los fallecidos con síntomas compatibles y no solo los que tenían COVID confirmado. Pero la tasa de letalidad, es decir, las personas infectadas que murieron fue en Zamora la más alta de la comunidad: un 30,9%, lo que significa que casi uno de cada tres infectados falleció en Zamora.

El 60% de los fallecidos son mujeres y el 91% tenía más de 80 años. La mayor parte de los muertos tenían pluripatología crónica, casi la mitad deterioro cognitivo y un 35% limitación sensorial. “En el riesgo de mortalidad y letalidad tiene mucha importancia el grado de dependencia de los residentes”.

Tasa de mortalidad durante el primer trimestre en residencias de mayores, mucho más alta que la población general.

Familia reconoce que al principio de la epidemia se realizaban pruebas diagnósticas “solo a los residentes y trabajadores con síntomas”. En abril se realizan ya de forma masiva y es entonces cuando crece con fuerza el número de casos detectados (sobre todo hasta el 21 de abril); después lo hace más lentamente hasta estabilizarse en torno a los 8.600 casos en toda la comunidad. El volumen de casos activos alcanza hasta los 4.500 y decrece especialmente a partir del 5 de mayo. Al inicio de junio baja de los 800 casos y finaliza el mes con menos de cien.

El 15% de los trabajadores de centros de mayores han causado baja por COVID, y se alcanza el 21% “si sumamos los que han estado en cuarentena por contacto con casos posibles o confirmados”, según indican los datos regionales.

Las dificultades para la contratación de personal sanitario y de atención directa “siempre han sido frecuentes”, admite la Consejería. En los meses anteriores a la declaración del estado de alarma el 46% de los centros habían tenido problemas para contratar personal de enfermería y el 29% para contratar personal médico “pero durante la pandemia se han elevado”.

Al inicio de la pandemia, en el 74% de los centros no se disponía de stock suficiente de equipos de protección. “Si en un primer momento falló la dotación de equipos de protección individual posteriormente la Junta sí envió ese material a las residencias, concretamente 703.402 unidades en Zamora, entre ellas 447.949 mascarillas y 174.660 guantes. Se llevó a cabo la desinfección de 91 residencias. Se supervisó una treintena de centros.

358 pacientes fueron atendidos en el hospital y 169 dados de alta en las residencias

Lo que sí negó la consejera es que no se enviara mayores al hospital. Las derivaciones a fecha de 9 mayo en Zamora eran 204, el día 22, 246, el día 5 de junio 284 personas el 15 de junio 307, y el 30 de junio 358. También se atendió a pacientes en las propias residencias, concretamente se dieron 169 altas de pacientes en los geriátricos.

Isabel Blanco aportó también otros datos, como el reparto de material entre las Gerencias Territoriales de Servicios Sociales, que en Zamora ascendió a diez mil batas, 80.000 mascarillas, quirúrgicas, 164.435 mascarillas FPP2, 280.980 guantes de nitrilo, 612.000 guantes de vinilo.

Han sido 28 los voluntarios que han apoyado la labor de los servicios sociales en las residencias. Y 91 las desinfecciones que se han llevado a cabo en los geriátricos.

El equipo COVID residencias en Zamora está formado por dos médicos especialistas en Medicina Interna, dos médicos residentes de Familia y un medico de Cuidados Paliativos.

“Cuando se pudo se hizo el cribado de casos en las residencias, que llegó a 90 con 4.197 residentes, 89 residencias con test, con 4.166 residentes con test y 763 trabajadores. Es decir el 99% de trabajadores, residentes y residencias” en la provincia de Zamora.

La Consejería de Familia ha supervisado 28 centros, aunque ninguno ha sido sancionado

Las residencias supervisadas han sido 28, con 52 informes de comprobación y ningún procedimiento sancionador. En cuanto a la información a la Justicia se ha enviado un informe a la Fiscalía Provincial, otro al Juzgado y una comunicación con el juzgado.

Y finalmente el informe habla de las medidas llevadas a cabo para intentar que la situación no se reproduzca, entre otras guías de actuación actualizadas, criterios para regular las visitas y salidas de las residencias, recogida de información a tiempo real de la situación de los geriátricos, con intervención cuando ha sido preciso, envío de residentes a centros intermedios y formación y asesoramiento a los centros en materia de uso de Epis y separación de unidades y el decreto para asegurar la calidad.