Un 9,94 es la máxima nota obtenida por una alumna del distrito de la Universidad de Salamanca en la EBAU de julio. Se trata de la zamorana Deborah Diego Carbajosa, estudiante del IES Claudio Moyano, que reconoce las complicaciones de tener que prepararse la prueba en pleno confinamiento y los beneficios de la organización para lograr su objetivo.

- ¿Esperaba esta nota tan alta tras realizar la EBAU?

-Confiaba en tener una buena calificación, pero no hasta este punto. Había trabajado mucho, pero siempre están ahí los nervios de última hora o alguna pregunta de la que dudas un poco más. Creía que sacaría más de un nueve, pero para nada que sería la mejor nota del distrito de la USAL.

- ¿Cómo vivió los días de los exámenes de acceso a la universidad?

-Muy nerviosa, hasta justo solo antes de entrar. La preparación fue dura y larga, pero al final merece la pena.

- ¿Le parecieron más sencillas las pruebas, al contar con diferentes opciones?

-La verdad es que es algo que siempre viene bien, porque aunque tú sepas las preguntas y te veas capaz de contestarlas, siempre habrá alguna que sea más fácil o más corta y puedas acomodarla mejor según el tiempo que tengas. Pero los exámenes me los esperaba peor, porque son dos años donde te preparan y meten el miedo en el cuerpo sobre que te van a exigir mucho más. Al final, si lo llevas muy bien organizado no es para tanto pero fácil, fácil, tampoco fueron. Quizá las troncales un poco más, pero a la hora de las específicas sí que se notaron un poco más duras, en mi caso economía e historia de la filosofía.

- ¿Cómo afectaban las medidas sanitarias impuestas durante los exámenes?

-No ayudaban a la hora de poder relajarse. Era todo un poco surrealista y, sinceramente, yo hacía mucho tiempo que no veía a tanta gente junta. No ayudaban a apaciguar los nervios, pero, al fin y al cabo, también sabías que todos estábamos allí para hacer lo mismo.

- ¿Cómo fue preparar la EBAU desde casa?

-Cuando acabé 2º de Bachillerato, que para todo el tiempo extra que hemos tenido, se ha alargado mucho el fin de curso, me di un fin de semana de descanso y el lunes comencé a sacar todo el material que tenía, a ver las dudas concretas para hacerme un horario, organizarme con un calendario de mañana y tarde y, aunque tuviera algún rato libre, el resto era estudiar y estudiar.

- ¿Acudió a las clases presenciales que hubo días antes de la EBAU en el instituto?

-En mi caso no las pedí porque la única asignatura que me hubiera interesado era economía y la profesora no podía venir, así que no quería a otra persona pudiendo yo preparármelo desde casa. Además, en mi caso, no tenía grandes dudas, solo era dar un repaso general y no veía necesario perder tiempo de estudio en esas semanas, así que preferí quedarme en casa.

- ¿Ha sido duro estudiar el tercer trimestre de manera virtual?

-Más que el primero y el segundo, sobre todo por la incertidumbre de que teníamos que hacer todo online, en principio parecía que solo unas semanas de repaso hasta recuperar la normalidad, para seguir con el temario. Pero, afortunadamente, muchos profesores siguieron avanzando sin parón y así no ha habido que dar todo el resto de golpe, como ha pasado en otros centros. Ha sido mucha carga y poca sensación de normalidad al no tener un horario fijo como cuando tienes que ir a clase.

- ¿Qué ha aprendido durante el confinamiento en materia de estudio?

-La importancia de tener un horario fijo. A mí personalmente me ayuda bastante porque al principio no tenía ese horario de instituto, sino que hacía todo por impulso. Y sí que es totalmente necesario, porque te da una sensación de normalidad y tranquilidad. Sinceramente, no creí que fuera capaz de organizarme tan bien y es una de las razones por las que el próximo curso voy a coger una carrera que es un doble grado y una de las partes es semipresencial, porque he visto que soy capaz de organizarme online y voy a intentarlo, a ver qué tal.

- ¿Por qué estudios universitarios se ha decantado al final?

-Voy a estudiar Derecho semipresencial con Relaciones Internacionales en inglés en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Llevaba ya un par de años decantándome por esa opción, aunque en un primer momento lo iba a hacer todo presencial y en español.

- ¿Qué consejo daría a los que todavía se tienen que enfrentar a la EBAU en septiembre?

-No soy nadie para dar consejos, pero creo que merece la pena, y más este año de tanto tiempo en casa y toda la presión, dar un último empujón. Se puede sacar, si te organizas bien, porque vas más preparado de lo que crees. Dejar los nervios a un lado y a por todas.