Desacelerar el ritmo del día a día, relajarse y conectar con la naturaleza. Son algunos de los objetivos de los baños de bosque, una actividad que tiene lugar en Zamora desde hace unos meses, y llama la atención tanto de la población local como de los turistas. De ahí que, recientemente, se realiza en colaboración con la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Zamora, según explicaba la guía María Galán a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en una entrevista hace unos días.

Ayer tuvo lugar la primera de las sesiones del mes de julio, cuyo cupo se llenó muy pronto. Lo mismo ha sucedido con los inscritos en la próxima sesión, el domingo 19 de esta treintena. Para agosto, ya se han confirmado nuevas fechas. Así, la actividad se desarrollará los días 9 y 16 del próximo mes, en horario de mañana.

Los baños de bosque se llevan a cabo con una estructura concreta, en la que la bióloga y guía María Galán propone diferentes actividades relacionadas con alguno de los sentidos, y todo ello durante un paseo por Valorio. "A lo largo de dos o tres horas, hay un primer momento de iniciación, otra parte de relajación y otra final en la que nos despedimos y volvemos a la vida diaria", explica. En cada sesión, los asistentes pueden descubrir las texturas del bosque, diferenciar colores u olores, ser conscientes del movimiento o la posición del propio cuerpo, o simplemente contemplar un espacio concreto en conexión con la naturaleza. Los sentidos son, de esta manera, los protagonistas de estos baños de bosque.

Al finalizar y de forma voluntaria, los participantes se reúnen en círculo para compartir las experiencias individuales, con las medidas de seguridad pertinentes tras la pandemia de la COVID-19. Esta actividad, como muchas otras, ha tenido que adaptarse a la nueva normalidad, pero ello no impide que siga desarrollándose con éxito.

La zona de Valorio es el escenario perfecto para actividades como esta, "casi toda su superficie es llana y es muy práctico para los baños de bosque", señala Galán. Además, si bien otros bosques tienen árboles indicados para trabajar otros tipos de salud, "Valorio es un conjunto que lo tiene todo", añade. De hecho, el bosque zamorano está lleno de coníferas (pinos o cipreses), que liberan fitoncidas, componentes que, "según algunos estudios científicos ayudan a potenciar el sistema inmunológico", apunta la bióloga.

Por los baños de bosque pasan personas que ya han creado un nuevo hábito cada mes, y otras que prueban por primera vez, o que están en la capital de paso. La guía se muestra satisfecha con recibir a todo tipo de personas. De hecho, se trata de una propuesta interesante para promover el turismo, sobre todo el enfocado en el patrimonio natural, tan cercano al entorno urbano en Zamora. De esta forma, los visitantes tienen la opción de descubrir las dos partes de la ciudad, como centro del románico y como lugar de relajación en espacios naturales privilegiados.

Los baños de bosque tienen su origen en el arte japonés del "shinrin-yoku", que significa "sumergirse en la naturaleza utilizando todos los sentidos", aunque "no necesariamente tiene que ser en un bosque", comenta la bióloga zamorana. En el caso de la ciudad, por las características de Valorio, no se ha planteado hasta ahora otro escenario.

La bióloga y guía de baños de bosque María Galán está muy activa en redes sociales, plataformas en las que todos los interesados pueden estar al corriente de las novedades sobre la actividad que organiza. Últimamente, la zamorana reconoce que "se está notando un mayor interés o búsqueda de información sobre este tipo de sesiones", aunque aún hay personas que desconocen sus beneficios. Sea como sea, la acogida de estos paseos en Valorio no podría haber sido mejor.