Tres pueblos más de la provincia de Zamora, Cañizal, Peñausende y Matilla la Seca, recibirán un bono de 15.000 euros para instalar wifi gratuito en la vía pública. Estos municipios se unirán así a otros como Villaralbo y Arcenillas, que ya habían sido seleccionados previamente como beneficiarios del programa WiFi4EU, una iniciativa de la Unión Europea que pretende que las entidades locales puedan crear puntos de acceso a Internet en espacios como parques, plazas y otros lugares de interés.

Los tres pueblos zamoranos forman parte de una lista de casi mil localidades europeas, de las cuales 78 están en Castilla y León. Cabe destacar que, según la información remitida a los medios, los municipios españoles, juntos con los italianos y los rumanos, han sido los más rápidos en solicitar el bono. De hecho, en los cinco primeros segundos tras la apertura de la convocatoria se registraron 3. 000 solicitudes.

Posteriormente, tras una evaluación de las peticiones, la Agencia Ejecutiva de Innovación y Redes (INEA), el organismo de la Comisión Europea encargado de la aplicación del programa WiFi4EU, publicó la lista de municipios ganadores. Ahora, cada solicitante recibirá una notificación individual de los resultados de la convocatoria para posteriormente firmar un acuerdo de subvención.

A partir de ese momento, los municipios que reciban los fondos deberán garantizar que la conexión wifi esté disponible en un plazo de 18 meses desde que le sean concedidos. Durante este tiempo, los ayuntamientos tendrán que definir su proyecto y seleccionar la compañía que se encargará de la instalación.

Esta es solo una de las alternativas que buscan los ayuntamientos para tratar de mejorar la conectividad en sus pueblos. Cabe destacar que, durante la pandemia, las carencias en esta materia han quedado patentes, y se ha hecho mucho más evidente la necesidad de contar con banda ancha de Internet en todas las localidades. No solo para favorecer la llegada de nueva población, sino también para ofrecer una calidad de vida más digna a los habitantes actuales.

En ese sentido, a falta todavía de acciones concretas, es cierto que los políticos de la provincia han reconocido la existencia de un problema grave en las comarcas y han expresado una voluntad clara de solucionarlo. El propio presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, indicó que es "fundamental" mejorar la conectividad en todas las zonas rurales, y advirtió de que se trata de un asunto "de urgente necesidad".

Esa es la valoración del presidente provincial, que también se ha comprometido, al igual que la Junta, a llevar Internet de calidad a toda la provincia en un plan con dos fases que podría culminar en 2022 y que requerirá también de la implicación del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. La idea es contar con cobertura de banda ancha para el 85% del territorio en ese año, y buscar "fórmulas" como la conectividad móvil o la instalación de parabólicas para dotar de red al 15% restante.

Así las cosas, parece evidente que los responsables políticos tienen claro el diagnóstico y muestran voluntad de afrontar el problema, aunque la realidad actual sigue presentando un importante volumen de zonas blancas, especialmente en los lugares más despoblados; pueblos donde el teletrabajo es una quimera y en los que, hoy en día, resulta imposible plantearse la realización de según qué trabajos o la implantación de nuevas empresas de diversos sectores.