Mayorga es una localidad de Valladolid que cuenta con apenas 1.600 habitantes. Uno de esos municipios en los que el estado de alarma transcurrió con cierto sosiego y la nueva normalidad, mascarillas a parte, era bastante similar al día a día anterior a la pandemia. Al menos, hasta la madrugada del martes cuando el sorteo de Euromillones convirtió en millonarios a varios de sus habitantes.

El boleto del Euromillones agraciado, que volverá a buscar la suerte mañana, dejó más de la localidad alterando para siempre la vida a quince amigos del pueblo. Un grupo que, pese a tener que esperar a la semana que viene para cobrar el premio, celebraron por todo lo alto su fortuna.

El dueño del Bar Central de la localidad, que se llama Ángel, fue quien atrajo la suerte. Sus manos y su intuición fue la que decidió que la fortuna les sonriera a este grupo de jugadores al hacer tres apuestas múltiples de 180 -36 combinaciones-, 30 y 15 euros, si bien fue la primera, la de mayor cuantía, la que les llevó hasta el "Gordo".

"Un premio así nunca lo ha habido, ni en Mayorga, ni en Valladolid", afirmó el propietario del Bar Central, situado en la plaza España, frente al Ayuntamiento del pueblo. El día continuó con calma hasta que a las 22.20 horas, recordó, revisó el resultado del sorteo, con la sorpresa de encontrar varios premios, de categorías inferiores, hasta que, de repente, se dio cuenta de que habían acertado el primero, agraciado con 144.542.315 euros.

Sin dudarlo, cogió el teléfono y avisó a sus compañeros para que acudieran al bar, tras confirmarles que se habían convertido en millonarios de euros. "Nos ha tocado. Sí, sí, es verdad, aquí lo tengo en la mano les dije", recuerda. Ahora, el boleto ya se encuentra depositado en una entidad bancaria.

Ángel, de 56 años, regenta el Bar Central, un negocio familiar alquilado desde hace cuatro años y un mes, que atiende junto a su mujer y dos chichas. Todavía no sabe qué harán con los millones, pero destacó que el premio se quedará en el pueblo, porque los agraciados son personas de la localidad y alrededores. "Todos somos de aquí", dijo y añadió: "Vamos a seguir jugando".

Durante la mañana de ayer, tras una noche de calor sofocante y bajo amenaza de tormenta, varios de los afortunados se reunieron junto a Ángel para celebrar su éxito. Vecinos entre los que estaban el padre del alcalde del municipio, Alberto Magdaleno, así como el dueño de Panadería Quiñones o los propietarios del Restaurante Madrileño. Jugadores habituales a los que por fín la suerte les hizo una visita.

También se llevará una parte del premio Marcos Pérez, de Cárnicas Mahejo, que ha jugado tres o cuatro veces con el grupo a la lotería, lo que le ha sido suficiente para llevarse una parte del premio.

"Ángel ha sido el pastor del rebaño, el protagonista de todo esto", explicó el dueño del matadero de lechazos ubicado a las afueras de la localidad. Todavía recuperándose de una operación, recibió la lluvia de millones con mucha alegría, pero también con tranquilidad por indicación médica.

Aunque reconoció que todavía es pronto para decidir qué hará con el dinero, su idea es seguir invirtiendo y apostando por nuevos proyectos para seguir luchando por su negocio. "La pandemia del coronavirus hizo que pasaramos un mes de marzo muy complicado sin ventas", apuntó Marcos, recordando las dificultades que muchos de los hoy afortunados tuvieron hace apenas unos días. Un pasado reciente que podrán superar con mayor facilidad gracias a la suerte. Fortuna que quiso acordarse de Mayorga para dar respiro a su gente en esta nueva normalidad.