Algunos alumnos zamoranos tendrán que esperar unas semanas más para disfrutar de las merecidas vacaciones de verano. Son los 150 estudiantes de la provincia que desde la jornada de ayer acuden a las clases de refuerzo puestas un año más en marcha por la Consejería de Educación. En esta ocasión, cuentan con dos novedades principales: por un lado, las clases están dirigidas a alumnos que terminan las diferentes etapas educativas -es decir, 6º?de Primaria, 4º de la ESO y 2º de Bachillerato- y, por otro, a las habituales materias de lengua y matemáticas se le une en esta edición el inglés.

En Zamora capital los estudiantes de 6º de Primaria acuden al colegio Sancho II, mientras que los de los otros dos cursos se unifican en diversas aulas del IES Universidad Laboral. Su director, Carlos Macías, explica que esta iniciativa se enmarca dentro del Programa para la Mejora del Éxito Educativo y que el centro lleva cinco años acogiendo estas clases de refuerzo en el mes de julio, hasta ahora para alumnos de 4º de la ESO. "El número de centros varía en función de la demanda que haya cada año", explica.

En este curso solo ha hecho falta este centro, puesto que son 55 alumnos los que acuden a estas clases de repaso, procedentes de diferentes institutos de la capital e incluso del IES González Allende de Toro.

Se trata de clases totalmente voluntarias, aunque, tras la evaluación de junio, el consejo orientador recomienda a determinados alumnos a través de sus profesores solicitar esta ayuda que puede ser beneficiosa para ellos de cara a aprobar sus exámenes extraordinarios de septiembre.

Los docentes que imparten estas materias son los mismos que han estado con los alumnos durante el curso. "El profesor conoce sus necesidades, no está fuera del sistema", subraya el director. Ellos son los encargados de estructurar las cuarenta horas lectivas que hay tanto de lengua como de matemáticas acorde con el currículo, para poder repasar todo lo impartido durante el curso y adaptarlo lo mejor posible a las futuras pruebas.

Por último, Macías reconoce que estas clases de julio sirven como una especie de ensayo general de cara a la vuelta al curso en septiembre, puesto que ya se están tomando las medidas sanitarias, higiénicas y de seguridad impuestas desde la administración. Y es que tanto a la entrada del centro como en todas las aulas hay dispensadores de gel hidroalcohólico y dentro de clase los pupitres están separados metro y medio, no superando los quince alumnos por aula, que llevan sus correspondientes mascarillas y que ocuparán durante todo el mes los mismos lugares, que desinfectan los servicios de limpieza. "Tenemos la suerte, además, de contar con una instalaciones muy amplias", subraya el director.

Desde la Consejería de Educación se ha decidido, teniendo en cuenta el contexto de crisis sanitaria que ha alterado las clases presenciales del tercer trimestre "adoptar estas medidas especialmente dirigidas al alumnado que finaliza la etapa, favoreciendo a través del esfuerzo académico extraordinario su adecuada promoción en el sistema educativo".

Las clases se impartirán hasta el 31 de julio, de lunes a viernes, en diferentes centros de la provincia. Así, en el caso de los estudiantes de 4º de la ESO, el IES Universidad Laboral acoge a 56 alumnos, mientras que otros cinco acudirán al IES León Felipe de Benavente. Son seis profesores los encargados de impartir las clases de apoyo de lengua castellana y literatura, matemáticas e ingles.

En el colegio Sancho II de la capital acudirán 40 alumnos de 6º de Primaria, a los que se suman otros 34 en el colegio Hospital de la Cruz de Toro, con cinco profesores que darán las mismas materias.

Por último, a las clases extraordinarias de 2º de Bachillerato se han apuntado 15 alumnos en el IES Universidad Laboral, donde dos profesores repasan con ellos lengua castellana y literatura e inglés de cara a la EBAU de septiembre.