Está siendo una época atípica hasta en las tradiciones más arraigadas de los zamoranos. Una de las últimas afectadas por la crisis del coronavirus es la Feria del Ajo, que normalmente se celebra durante las Ferias y Fiestas de San Pedro y que este año, a petición de los productores -que temían que su mercancía no tuviera salida en una de las citas más importantes del año para ellos- ha encontrado una nueva ubicación en el exterior del recinto ferial de Ifeza.

Cambia de lugar y también cambia de nombre, pasándose a denominar de manera excepcional el mercado del ajo. Pero lo que no ha variado ha sido la calidad del producto. De hecho, los 114 agricultores que están durante todo el fin de semana en la carretera de la Aldehuela coinciden en que la producción de este año ha sido excepcional. "La cosecha es de muy buena calidad, aunque quizá el tamaño sea un poco menor", reconoce Tomás Carracedo, de Bóveda de Toro. Él lleva ocho años acudiendo a esta feria zamorana, pero también conoce muy bien encuentros similares en media España, donde también participa. En su puesto se podía encontrar una gran variedad de precios, desde los tres hasta los ocho euros, estas últimas ristras trenzadas con resistente anea.

Patricio Francisco Rodríguez, uno de los agricultores habituales en esta feria -a la que lleva acudiendo cerca de cuarenta años desde Bóveda de Toro- reconoce que no recuerda en todas esas décadas haberse movido de Tres Cruces. "Aquí tenemos unos puestos elegantes y hay mucho espacio para el aparcamiento, pero es verdad que no es lo mismo que estar en la ciudad, donde la gente pasea y compra. Sobre todo es más cómodo para las amas de casa", lamenta, considerando que se le tenía que haber dado un poco más de publicidad a este evento para que se enterara más gente".

De familia de ajeros también es Maruchi Benito, que trae su producto desde El Maderal. "Llevo toda la vida dedicándome a esto, mi padre ya cultivaba ajos y yo lo llevo viendo desde niña. Luego, cuando me casé, seguimos con el negocio", resume. Agradece que las instituciones -tanto el Ayuntamiento como la Diputación, Caja Rural y las agrupaciones agrarias Asaja, COAG y UPA- hayan posibilitado este nuevo emplazamiento, pero también reconoce que la zona de Tres Cruces es mucho mejor para la venta, "aunque desde primera hora ha habido bastantes clientes", agradece.

Los mejores ajos se reúnen así en un solo lugar, llegados desde diferentes puntos como Fuentesaúco, Argujillo, Guarrate, Coreses, Villanueva del Puente, Cuelgamures o Peleas de Arriba. Aunque la mayor parte de los productores son de la provincia de Zamora, también hay sitios para un par de puestos llegados desde Salamanca. Es el caso de Abdelghani Essaikh, natural de Marruecos, que se estrenaba en esta feria. Quizá por ello tenía menos confianza en vender su producción, una de las más económicas del mercado, entre tres y cuatro euros la ristra. "Es la primera vez que vengo, así que no sé si se me dará bien la venta, porque puede que los clientes vengan buscando ya a gente que conocen de otros años para comprar los ajos", justificaba.

La distancia desde la capital y el intenso calor parecía ayer que no eran obstáculos para que los zamoranos se acercaran a cumplir con esta tradición anual en muchas familias. La mayoría en coche, pero también dando un paseo por La Aldehuela, los clientes iban llegando con bolsa -o carro de la compra- en mano, cumpliéndose desde la organización con todas las medidas higiénicas.

Los más rezagados todavía tienen la oportunidad hoy de colgar en sus balcones las ristras de ajos, ya que el mercado estará abierto de 10.00 a 20.00 horas. Para facilitar la llegada al recinto, el Ayuntamiento de Zamora ha puesto un servicio especial de autobús urbano, con parada en Leopoldo Alas Clarín y horario de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00 horas, con salidas cada treinta minutos.