La recién creada asociación Médicos Unidos por Nuestros Derechos protagonizó ayer en Valladolid su primer acto reivindicativo para reclamar a las administraciones reformas e inversiones que garanticen una mejor atención sanitaria, el fin de las listas de espera, unas condiciones dignas para los profesionales y un sistema de contratación "justo y transparente".

El doctor Tomás González, portavoz de este colectivo y médico de Atención Primaria en Alcañices (Zamora), explicó que, después de los difíciles momentos vividos durante la pandemia, ha llegado el momento en el que "seamos los propios médicos los que exijamos a las administraciones una apuesta de verdad por una sanidad humana y de calidad". A su vez, advirtió que el incremento de población que están registrando los pueblos, unido a las medidas que se deben adoptar por el COVID-19 y a la falta de médicos que se viene arrastrando, hará que la atención sanitaria rural en Castilla y León y en otros puntos de España sea mucho más complicada, a pesar de los refuerzos de personal.

En este sentido, denunció que, además de un incremento de guardias por encima de las legales, tanto el Sacyl como las administraciones sanitarias de otras comunidades se han visto en la necesidad, "no suficientemente explicada", de contratar a médicos sin la titulación MIR para ejercer la Medicina Familiar y Comunitaria. No obstante, Tomás González reconoció que el control de posibles rebrotes por contagios de coronavirus está garantizado dada la rapidez con la que se realizan las pruebas PCR, aunque también hizo un llamamiento a la responsabilidad individual para evitar contagios. Con respecto a la sanidad en el medio rural, el portavoz de Médicos Unidos por Nuestros Derechos consideró necesario lleva a cabo una reorganización, pero reclamó a la Consejería de Sanidad que presente las plazas "como una forma atractiva de ejercer la medicina", dado que, en su opinión, éste es el talón de Aquiles de sanidad rural.

La falta de profesionales para este verano en la sanidad rural preocupa a un colectivo que ha decidido unirse para reclamar mejoras ante la Junta de Castilla y León.