El presidente del Consejo Europeo, Consejo EuropeoCharles Michel, propondrá a los Estados de la Unión Europea (UE) un presupuesto para 2021-2027 inferior al planteado por la Comisión Europeay mantener los descuentos a algunos contribuyentes netos, para lograr un pacto sobre el plan de recuperación tras la pandemia.

Asimismo, planteará cambiar los criterios de reparto de las ayudas del fondo de recuperación, aunque mantendrá la dotación total en 750.000 millones de euros, explicó este jueves un alto cargo comunitario.

Michel presentará una propuesta de compromiso y un nuevo borrador presupuestario hacia finales de la semana próxima tras haber escuchado las demandas de todos los jefes de Estado y de Gobierno en los últimos días.

Los líderes de la UE celebran una cumbre el 17 y 18 de julio en Bruselas para pactar el plan, pero las posiciones todavía están alejadas.

El punto de partida es la propuesta de la Comisión Europea de combinar un presupuesto para los próximos siete años dotado con 1,1 billones de euros, con un fondo de recuperación de 750.000 millones que se distribuiría en forma de subvenciones (500.000 millones) y préstamos (250.000 millones).

Para acercar posturas, Michel propondrá un presupuesto inferior a 1,094 billones de euros (el montante que se negoció en febrero pasado), pero superior a los 1,05 billones de euros que piden aquellos países que quieren reducirlo, indican las citadas fuentes.

Frugales

Además, propondrá mantener los descuentos en su contribución a al presupuesto que tienen los llamados países "frugales" (Holanda, Suecia, Dinamarca, Austria) así como Alemania por aportar mucho más de lo que reciben, algo con lo que discrepa la gran mayoría de socios, que no ven razón alguna para mantener esta excepción que exigió el Reino Unido ahora que está fuera.

Sin embargo, recortar el presupuesto y mantener los descuentos pueden ser clave para convencer los cuatro países austeros, que encabezan las reticencias al plan.

En cuento al fondo de recuperación, el presidente del Consejo mantendrá la propuesta de dotarlo con 750.000 millones, aunque el montante final, así como la proporción entre subvenciones y créditos, dos de los puntos más espinosos, se negociarán en la cumbre.

Michel planteará, no obstante, un cambio en los criterios de reparto propuestos por Bruselas, que se basan en el nivel de población, PIB, ya que varios Estados consideran injusto usar como referencia el desempleo anterior a la pandemia.

La idea es dividir el dinero del fondo en dos partes: un 70 % se usaría entre 2021 y 2023 y se repartiría conforme al criterio propuesto por la Comisión; y el 30 % restante se desembolsaría entre 2023 y 2024 teniendo en cuenta el impacto efectivo que haya tenido la pandemia, utilizando como criterio la caída del PIB registrada en 2021 y 2022.

De momento es difícil calcular cómo afectaría este cambio a la asignación propuesta por la Comisión, que atribuye a España 140.446 millones.

Para España, como Francia, Alemania e Italia, es fundamental que la mayor parte se desembolse como transferencias a fondo perdido.

Otro punto de fricción entre Estados que figurará en la negociación es la condicionalidad de las ayudas del fondo, dónde algunos países, en particular los cuatro "frugales", reclaman más poder para aprobar o incluso vetar los planes de reformas e inversiones que presenten los Gobiernos para recibir el dinero.

Las citadas fuentes afirman que la atmósfera en las consultas mantenidas por Michel ha sido positiva, pero reconocen que desde el punto de vista del contenido la negociación es muy difícil y el acuerdo está lejos de cerrado, por lo que no se descarta que sea necesaria una segunda cumbre para sellarlo.