Todo parece apuntar a que el joven que asesinó a Leticia Rosino Andrés el 3 de mayo de 2018 en Castrogonzalo terminará su condena a ocho años de prisión en un centro penitenciario para adultos, dado el carácter conflictivo que ha venido demostrando durante los dos años de reclusión en Zambrana, el centro especial para menores que delinquen, según fuentes consultadas por este diario. El joven, de iniciales D.A.A., se ha visto inmerso en peleas y protagonizado incidentes que han llevado al personal técnico a abrirle varios expedientes disciplinarios desde su internamiento el 6 de mayo de 2018.

Los forenses ya describieron en su informe psicológico la frialdad y la falta de empatía de D.A.A. al actuar. Destacaron su personalidad compatible con la de quienes "no tienen sentido de culpabilidad", ni dan muestras de arrepentimiento "de forma abierta y natural", como recogían los equipos multidisciplinares que le entrevistaron tras ser detenido. El adolescente, "calculador y frío", se mostraba "pasivo y desafiante", con altibajos anímicos, es "narcisista y egocéntrico", según los expertos que efectuaron el examen psicológico durante la instrucción del caso. Los médicos dijeron de él que tiene una forma de ser y estar en el mundo que no le permite sentir empatía con la víctima por lo ocurrido, llegan a hablar de un "vacío emocional de las respuestas", de "frialdad emocional y tendencia al egocentrismo".