No existe fiesta popular que se precie en la provincia de Zamora sin la presencia de los gigantes y gigantillas. O cabezudos, como también gusta llamar por aquí. Son expertos animadores y tan solo con salir a la calle consiguen transmitir ese espíritu de alegría que debe impregnar cualquier tipo de celebración. En este año 2020, sin embargo, los gigantes han sido otros. En el tiempo del coronavirus, quienes se han hecho grandes han sido todos los encargados de velar por que las cosas no hayan ido a peor, que no es poco. Sin Ferias y Fiestas de San Pedro, los zamoranos pierden también al Turco, La Negra, Ramón y El Abuelo. Tampoco verán a Doña Urraca, Arias Gonzalo, El Cid, Pedro Arias, Bellido Dolfos y Sancho II. Sin embargo, todos miran al futuro con esperanza y con la certeza de que pronto, muy pronto, volverán a encontrarse con su público de la capital.

"Esta vez no ha habido un asedio de siete meses, no ha habido campamento enemigo ni duelo, no ha habido traición ni flechas lanzadas de una torre mocha". Así comienza la carta que Luis Fernando García, presidente de Capitonis Durii, ha decidido escribir tras la crisis del coronavirus. Efectivamente, no ha habido ningún Cerco, sino algo mucho peor. Una pandemia que ha derivado en distanciamiento; algo que no es fácil de digerir. "Estamos tristes", reconoce García a este diario. Este año, los gigantes de Capitonis no recorrerán las calles de la capital por San Pedro. Pero la faena va mucho más allá. "No es solo que no participemos en las fiestas como llevamos haciendo los últimos quince años, sino que siempre aprovechamos estos días para juntarnos todos los socios y eso no va a ser posible", se lamenta.

Los gigantes y gigantillas de Capitonis Durii son ya unos fijos dentro del programa festivo, junto a los de la Asociación Cultural Tradición y Música Popular. Pero, además de su presencia en la capital, estas recreaciones de altura suelen participar en encuentros fuera de las fronteras zamoranas. "Por el momento, todos los pasacalles que teníamos programados se han suspendido; ahora mismo, no tenemos actividad prevista para julio y agosto", reconoce García.

Pese a las complicaciones, en el seno de Capitonis Durii buscan desde hace semanas la fórmula para poder estar al lado de la gente cumpliendo con las obligaciones sanitarias marcadas por el Gobierno. Y parecen haberla encontrado. "Estamos preparando montajes teatrales con aforo limitado que se pueden llevar a cabo en teatros o en espacios al aire libre acotados", explica Luis Fernando García. Acostumbrados a llevar la historia del Cerco de Zamora a cualquier rincón donde las condiciones lo permitan, la asociación no quiere quedarse de brazos cruzados. "Al final estamos hablando de cultura, que es algo necesario para tener las cabezas ocupadas; queremos estar con los zamoranos", concluye el presidente.