El turismo rural está llamado a ser la punta de lanza de la recuperación económica en un sector que se está llevando buena parte del golpe derivado de la crisis del coronavirus. Zamora tiene potencial y recursos, y los viajeros parecen haberse dado cuenta de que la provincia es un destino seguro para pasar las vacaciones en una temporada estival de incertidumbre. Cuesta, a día de hoy, encontrar un alojamiento de larga estancia para el mes de agosto en la comarca de Sanabria. Con menor intensidad, aunque también con buenas perspectivas, se están gestionando las reservas en el entorno de los Arribes del Duero. Aunque la Junta de Castilla y León cifra el incremento en un 95%, los propietarios son más cautelosos. A día de hoy, se puede hablar, aproximadamente, de entre un 50 y un 60% de subida en materia de reservas.

José Ferroso gestiona una de las casas rurales situadas en Sanabria y vaticina cierta recuperación tras semanas de zozobra. "Hasta hace quince días, apenas teníamos reservado algún fin de semana puntual; ahora mismo, no tenemos sitio ningún fin de semana de julio ni de agosto", reconoce. Las buenas palabras del Gobierno para el turismo y los avances de cara a la apertura del Lago de Sanabria han generado un "incremento importante" de llamadas durante los últimos días, que han derivado en un halo de esperanza para los propietarios. Basta con acudir a un buscador para comprobar que resulta complicado encontrar fechas disponibles cuando apenas restan días para las vacaciones de verano.

A día de hoy, calculan los empresarios del turismo rural, se podría hablar de "entre un 50 y un 60%" de las plazas ocupadas para los meses de verano. Aunque aún es pronto. "Son muchas las personas que todavía se lo están pensando, pero la realidad es que este tipo de turismo puede dar sus frutos esta temporada", reconocen.