Inglés, lengua e historia, pero también matemáticas o latín son algunas de las asignaturas sobre las que se han centrado las clases impartidas de manera extraordinaria estos días en los colegios e institutos de la provincia para los estudiantes de 2º de Bachillerato que en pocos días se enfrentan a la EBAU. Son las clases de repaso que han permitido que los alumnos vuelvan a reencontrase con algunos de sus compañeros tras un trimestre viéndolos solo a través de las pantallas del ordenador.

El jefe de estudios del IES María de Molina -y también profesor de lengua y literatura-, Julio Eguaras, reconoce que es una experiencia extraña, "con todos los alumnos a distancia y la mascarilla puesta, lo que dificulta bastante la comunicación. Pero, por otro lado, se está viendo muy buena voluntad por ambas partes y además todos están muy mentalizados de las medidas sanitarias que hay que tomar", asegura.

Estas clases no son obligatorias -de hecho, al resto se les sigue atendiendo de manera online- pero a los asistentes, la tercera parte de los estudiantes de 2º de Bachillerato, les está sirviendo para resolver dudas, hacer simulacros de exámenes y explicarles aspectos como el tipo de folio que usarán, la necesidad de llevar los utensilios en una bolsa de plástico o no olvidarse el DNI. "Pero, sobre todo, sirven para tranquilizarles", subraya Eguaras.

La directora del centro, Rocío Ferrero, valora también la labor del profesorado. "Todos han hecho lo posible para impartir estas clases, incluso aquellos que podían haber argumentado incompatibilidad por estar al cuidado de terceros", agradece. "Han dejado aparcada la conciliación por estar aquí", añade.

Siguiendo el protocolo de seguridad marcado por la administración -desde la limpieza hasta la entrega de mascarillas y el uso de gel hidroalcohólico- Ferrero reconoce que tener estos días a los alumnos "da vida al instituto y se recupera de alguna manera su espíritu". Además, es una buena oportunidad para que los estudiantes sepan cómo afrontar en un aula los exámenes de la EBAU y ponerse en situación de cara al próximo 1 de julio, cuando comiencen las pruebas.

Del mismo modo opina Raquel Lorenzo, tutora de 2º de Bachillerato en el colegio Medalla Milagrosa. De hecho, en el caso concreto de este centro, sus puertas solo se han abierto durante el jueves y el viernes, ya que llevan impartiendo clases de repaso online desde que finalizaron el curso académico el 5 de junio. "Esta medida de los dos días es sobre todo para poner en situación a los alumnos, el estar en un aula con mascarilla respetando las medidas de distancia. Les apetecía ponerse en situación física en ese sentido y además salir de casa para ir a una actividad académica", argumenta.

Por ello, los estudiantes no lo han visto como algo imprescindible -al llevar tiempo repasando a través de clases online- pero sí les ha dado una idea para saber a qué, y cómo, se van a enfrentar. "Lo que más nerviosos les puede poner es que la convocatoria para los exámenes es a las ocho, pero hasta las nueve no comienza la prueba y en esa hora se centrarán en controlar todas las medidas de seguridad y distanciamiento, que es lo que les puede generar un poco de estrés", vaticina Lorenzo. Una inquietud que se puede ver incrementada en aquellos que necesiten una nota determinada para acceder a la carrera universitaria que quieren estudiar.

Por otro lado, reconoce la tutora que a sus estudiantes les ha dado mucha rabia que justo este año en el que se graduaban haya explotado esta crisis. "Pero la capacidad de adaptación que tienen los jóvenes es increíble. Han asimilado lo que sucedía y, sin lamentos, se han acoplado a lo que había", aplaude. Ahora cuentan ya los días para volver a sentarse a hacer un examen escrito -tras un tercer trimestre de confinamiento- vital para su futuro. "No les hemos dejado de la mano en ningún momento, se ha podido dar todo el temario y están bien preparados. Además, han tenido más tiempo que otros años, casi un mes, por lo que tendrán un buen resultado", anima Raquel Lorenzo para finalizar.