El pasado fin de semana una persona llegó en taxi a la malla metálica que durante los últimos meses ha separado España de Portugal en el paso de Miranda do Douro. Se bajó del coche y saltó, porque en la vertiente portuguesa le esperaba otro taxi, ya luso. Junto al segundo coche fue detenido por la Guardia Nacional Republicana. Ayer, Guillermo y Ana, una pareja de Moveros dedicada a la venta ambulante en los pueblos de Sayago y de Aliste, cruzaba el puente fronterizo a las ocho de la mañana en punto. El primero fue el último en intentar saltarse ilegalmente la resucitada frontera hispanolousa y los otros los primeros en cruzarla legalmente tras su levantamiento. Aunque solo se permiten los desplazamientos por motivos laborales o justificados -una patrulla de la Policía Nacional controla a los coches que pasan a España y otra de GNR a los que van a Portugal- y la frontera solo está abierta de 8.00 a 22.00 horas los días laborales, Zamora y Portugal recuperan parte de una unión rota durante tres meses para luchar contra la epidemia de coronavirus. El paso fronterizo de Miranda do Douro está ya abierto desde este lunes.

La escena vivida en la mañana de ayer sobre el puente que separa ambos países evidenció, con todo, que la reapertura de la frontera significaba más para Miranda do Douro que para Zamora. Al levantamiento de la vaya metálica acudieron unas 15 personas por el lado luso, entre ellas Artur Nunes, el alcalde de la localidad. Los asistentes se fotografiaron retirando la frontera en un día que para ellos fue "histórico", "de una inmensa felicidad". Nunes incluso se encargó de dar la bienvenida a Portugal a los primeros coches zamoranos en cruzar el paso. "Estamos encantados de volver a veros". Por la parte española la representación se limitó a una patrulla de la Policía Nacional compuesta por tres hombres. Es llamativa la aparente disparidad de intereses teniendo en cuenta que la Junta de Castilla y León ha ofrecido al Gobierno una zona de La Raya para simbolizar la apertura general de fronteras del próximo 1 de julio. Ningún representante político zamorano visitó ayer la zona.

La valoración del subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, llegó a través de una nota de audio enviada a los medios de comunicación. Blanco aseguró que la apertura fronteriza, "fruto de las buenas relaciones entre el Gobierno español y el portugués, posibilitará que la economía y el comercio de la zona cojan velocidad en esta etapa de transición a la nueva normalidad". Plena coincidencia con las impresiones de Artur Nunes, que ayer confirmaba lo importante para Miranda de volver a estrechar lazos con Zamora. La economía del municipio y de la zona, aseguró el presidente de la Cámara Municipal, depende casi exclusivamente de que la frontera esté abierta. "Para nosotros hoy es un día muy, muy importante". Por lo demás, el subdelegado detalló que en la mañana de ayer la Policía Nacional había identificado a 53 personas, negando la entrada en España a nueve de ellas por no cumplir los requisitos que todavía rigen los desplazamientos.

En la vertiente española, el ambiente reinante en la apertura de la frontera fue también muy positivo. El caso de los vendedores de Moveros resulta paradigmático de lo que el cierre ha supuesto para mucha gente. De levantarse a las siete de la mañana para cruzar la frontera a comprar pan e iniciar su jornada tuvieron que pasar a amanecer a las cinco para hacer "casi 300 kilómetros de más cada día" para cruzar a Portugal por el paso de Quintanilha. Misma situación que vivía otro trabajador, residente en la capital zamorana, que se ocupa en el Crucero Ambiental de Miranda.

Cabe recordar que la apertura parcial de esta frontera es una excepción en lo que se refiere a las comunicaciones entre España y Portugal. La frontera hispanolusa, salvo cambio de parecer por parte de los dos gobiernos, será la última de Europa en desaparecer. Lo hará de forma generalizada el próximo 1 de julio. La puesta en marcha del paso de Miranda obedece, dice la Delegación del Gobierno, a la "positiva respuesta del Ministerio del Interior a la solicitud planteada por los municipios zamoranos en las últimas semanas con el fin de favorecer la comunicación con el país vecino en un punto clave y estratégico". Así, el paso estará condicionado durante al menos 15 días.