Las restricciones introducidas por Castilla y León a la fase 3 de la desescalada han creado enfado y desconcierto en los sectores de hostelería y turismo que preveían la apertura de la movilidad provincial dentro de la comunidad o la entrada en funcionamiento de la barras de los bares o de las discotecas pero que se han quedado básicamente como estaban en la fase 2.

"Nuestra molestia no viene motivada por el fondo, preservar la salud por encima de todo, cosa con la que estamos totalmente de acuerdo, sino por la forma en que se ha producido, ya que desde la publicación del BOE en la mañana del 13 de junio, donde se incluía a 5 provincias castellanoleonesas en la fase 3 sin restricciones, en apenas 24 horas el Ejecutivo regional ha rectificado esas normas sin tener conocimiento las distintas asociaciones provinciales del sector, no pudiendo, por tanto, comunicar a sus empresarios las modificaciones referidas, generando un trastorno importante para todos ellos, ya que al no desmentir la negativa al cambio de fase sin restricciones, muchos hosteleros se habían provisto de suministros para la reapertura, habían acondicionado sus locales para cumplir con la legislación que se marcaba en la fase 3, muchos decidieron abrir al poder aprovechar sus barras, otros, los de ocio nocturno, vieron un rayo de esperanza después de tres meses y otros muchos sacaron a sus trabajadores de los ERTE para atender al público", resumía Hostelería y Turismo en un comunicado.

Un retraso de al menos una semana que desde luego no va a ayudar en nada a un sector "económicamente muy castigado, que es "uno de los grandes motores de la economía regional y que tiene a sus empresarios sin recibir las ayudas prometidas para pymes y autónomos y que cuenta con un elevado porcentaje de trabajadores que sigue sin percibir los ERTE y que no reciben ninguna compensación económica desde el pasado 13 de marzo, 3 meses, 90 días".

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Zamora, Azehos, Óscar Somoza indicó que "nos parece una fase 3 descafeinada" que, desde luego, no va a animar a ningún empresario a sacar a sus trabajadores del ERTE. Zamora, constata, "tiene una dependencia absoluta del exterior" en materia de hostelería y turismo, ya que es una provincia con cada vez menos habitantes que necesita esa movilidad interprovincial. "Zamora es un gran teatro de patrimonio y naturaleza, pero hay que llenarlo de gente". Somoza comprende las dificultades de los políticos para hacer las normas, pero "no podemos sacarlas a saltos", con continuos cambios y sin aportar ningún tipo de seguridad.

La prueba es "esta cosa extraña de fase 3 que se ha quedado en 0,5". Somoza pide seguridad jurídica, que se cuente con el sector a la hora de sacar adelante las normas y considera fundamental que se abra la frontera con Portugal, un mercado importante.