"La cultura no se censura". El lema, que desde hace semanas se puede ver en las redes sociales, salió ayer a las calles de la mano de unos 300 aficionados taurinos que reivindicaron, frente a los ataques de las últimas fechas, que la tauromaquia también es cultura. "Cultura de un pueblo libre que celebra la vida alrededor de un animal mitológico, con ritos milenarios que nuestra cultura latina ha sabido preservar". La manifestación, convocada a nivel particular por dos aficionadas, contó con la asistencia de profesionales del mundo del toro -ganaderos, cortadores, caballistas- y, sobre todo, con un buen grupo de aficionados zamoranos. Y es que "Zamora es tierra de toros".

Una de las principales reivindicaciones de los asistentes fue defender el carácter apolítico de la fiesta de los toros, espectáculo "usado por unos y por otros" en debates "partidistas" siempre "interesados". "Somos de derechas y de izquierdas. Somos de la calle, de la cuerda y de la plaza", aseguraba el manifiesto que se leyó a última hora de la tarde de ayer en la plaza de toros de Zamora.

La tauromaquia, recordaron los asistentes, ha resistido ataques de reyes e intentos de prohibición llegados directamente desde el Vaticano, unos intentos de prohibición que siempre se han resistido por parte de profesionales y aficionados. "Les molesta una cultura que no pueden controlar, pero nunca pudieron con la fuerza de un pueblo. Nuevos poderosos, en nuevos tribunales de inquisición, pretenden de nuevo prohibirnos. Pero tampoco podrán, porque la cultura no se censura, la cultura no se puede limitar, la cultura no se puede reprimir. La cultura es riqueza, diversidad, rebeldía, conflicto y creatividad. Pero la cultura es, sobre todo y por encima de todo, libre. Y nos hace libres".

La manifestación ha venido gestándose durante la última semana entre la afición taurina zamorana, afición que incluso ha impulsado la realización de un vídeo que ha circulado por las redes sociales en las últimas horas. El eslogan escogido, "También somos cultura", pretende dignificar una tradición "atacada" por parte del poder, dicen los convocantes. Los últimos acontecimientos ocurridos relativos a las ayudas del Ministerio de Cultura, ayudas de las que el sector de la tauromaquia estuvo a punto de quedarse fuera, supusieron la última gota antes de colmar el vaso de la paciencia de unos aficionados y profesionales que ven su afición, y su modo de vida, siempre bajo la amenaza del siguiente ataque. En momentos de pandemia la tauromaquia, como el resto de sectores, alza la voz y promete regresar, con más fuerza, en el futuro.