Las empresas del sector sociosanitario en la provincia de Zamora han cursado 181 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo en lo que va de estado de alarma. Es una cifra elevada que encuentra explicación en que esta categoría incluye también negocios como los servicios de fisioterapia o dietética, muchos de los cuales han tenido que cerrar durante la pandemia. 150 ERTE son por fuerza mayor y 31 por otras causas, según los datos que maneja la Junta de Castilla y León.

Vistos los datos, el sindicato UGT alerta de la tramitación creciente de ERTE en las residencias privadas de ancianos de Zamora y de Castilla y León y pide a la Junta que medie con estos centros porque "no es el momento" de solicitar estos expedientes. "La lógica que prima es reforzar la atención residencial ante posibles rebrotes, ahí no entra bajo ningún concepto el planteamiento reducir plantillas, el momento es distinto, hay que amparar a las personas mayores y proteger a quienes les cuidan, una obligación de la administración pública , que no debe eludir sus responsabilidades".

La pandemia, incide el sindicato, "ha puesto de manifiesto los límites del sistema residencial, que no ha sido capaz de dar respuesta a las necesidades de las personas mayores y menos aún de dar un trato digno a las personas dependientes". UGT asegura que el modelo diseñado en Castilla y León "está centrado en los beneficios empresariales, como ha quedado de manifiesto, más que en vigilar y controlar la calidad del sistema asistencial".

Las empresas del sector, dice el sindicato, sufren una bajada de usuarios -algunos por fallecimiento, otros porque han podido irse a casa- a lo que suma las reticencias actuales a ingresar por parte de los potenciales usuarios. "Así, están solicitando ERTE para reducir plantilla sin tener en cuenta que ya estaban infradotadas de personal" y "mermadas aún más por las bajas laborales" como consecuencia del COVID-19.

El sindicato recuerda que la falta de profesionales, es decir las ratios de plantilla para dar una atención de calidad, ha sido uno de los motivos por los que el coronavirus se ha cebado con las residencias en la Comunidad de Castilla y León para la expansión del virus. "Así es como se ha puesto de manifiesto el evidente fracaso del modelo residencial y su coordinación con el sistema sanitario", asegura el sindicato a través de una nota de prensa.

Por lo demás, las empresas de Zamora mantienen en ERTE a 7.821 trabajadores. Son menos de los que llegaron a registrarse -la cifra sobrepasó los 8.000- pero la caída no es significativa, algo que ya de por sí resulta noticioso. Muchas de las empresas de comercio y hostelería que solicitaron expedientes temporales para sus trabajadores ya han abierto pero, según se desprende de las estadísticas, no han solicitado la vuelta de sus trabajadores. Esto indica que hay autónomos que, de momento, trabajan solos en sus negocios, sin plantilla externa.