Zamora perdió un 1,15% de su población durante el año 2019, la mayor caída sufrida por una provincia en todo el país durante este periodo. Así se desprende de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, que revelan que la cifra de habitantes en el territorio pasó de 173.632 a 171.630. Es decir, 2.002 personas menos en 365 días.

Este dato incide en una tendencia que ha llevado a Zamora a perder cerca de 90.000 habitantes en los últimos 50 años, y 30.000 solo en lo que va de siglo XXI, cuando la provincia bajó de la barrera de las 200.000 personas. Esta nueva caída llega además en un contexto en el que el país crece, y en el que también lo hacen territorios como Soria, Segovia, Guadalajara o Cuenca, compañeros de fatigas habituales dentro de las reclamaciones de la España Vaciada. Teruel prácticamente se quedó como estaba, con siete personas menos.

El consuelo del mal de muchos llega si la provincia se fija en Salamanca o Palencia, que también perdieron habitantes, y especialmente en León, que cedió 3.500 personas, una cifra sensiblemente superior a la de Zamora, pero que no representa un porcentaje tan importante sobre el total de su población.

También resulta menos negativo el dato si se pone el foco solamente en el último semestre de 2019, cuando Zamora perdió 892 habitantes. En los seis meses previos, la caída había sido de 1.110 personas. En todo caso, desde el 1 de julio al 31 de diciembre de 2019, la provincia vio cómo se esfumaban cerca de cinco individuos al día. Todo un drama para un territorio que se sigue vaciando de forma acelerada.

Esa situación también se ve agudizada por el descenso del número de niños y jóvenes residentes en la provincia. Los datos del INE también revelan que los más pequeños cada vez tienen menos peso dentro de la pirámide de población. De hecho, los menores de 12 años no representan ni siquiera un 8% del número total de habitantes de Zamora, que saldrá de la pandemia con un buen puñado de crisis que afrontar. La demográfica, incluida.