Las semanas de cuarentena también han pasado factura a nuestra vista y muchos habrán sentido en este tiempo pesadez de párpados, enrojecimiento, ojos secos o incluso dolores de cabeza. Desde el Colegio De Ópticos y Optometristas de Castilla y León (Coocyl) achacan estos síntomas al haber estado frente a pantallas por trabajo -los adultos- o por las clases online -niños y jóvenes- demasiadas horas. "Además, se añade que el tiempo de ocio lo hemos pasado con dispositivos digitales", añade la decana del colegio, Inmaculada Aparicio.

Las pantallas del ordenador, de la tablet o del móvil nos han mantenido con una visión reducida y nuestros ojos "han hecho un sobresfuerzo acomodativo para mantener la vista lo más nítida posible en las distancias próximas", explica Aparicio. A eso hay que añadir que durante semanas no se ha tenido la ocasión de estar en el exterior "y los ojos han trabajado más de lo normal, cuando a nivel anatómico están preparados para ver de lejos", detalla la decana, quien añade a la sintomatología propia de la vista otros problemas como dolores musculares o de articulaciones "debido a malas posturas".

En nuestra mano está poder remediar en parte estos síntomas. "Hay una norma de la Academia Americana de Optometría conocida como la regla 20-20-20, que consiste en cada veinte minutos levantar la mirada veinte segundo y enfocar lo más lejos posible, veinte pies, que son unos seis metros", resume la decana. Esta sencilla técnica ayudará a que la visión se relaje. Aparicio añade otro ejercicio, el de parpadear. "Cuando estamos delante de pantallas haciendo un esfuerzo visual, los ojos tienden a parpadear menos. Si en condiciones óptimas se hace entre quince y veinte veces al minuto, con una pantalla delante se reduce a de tres a cinco", compara. Con este simple gesto se evitará el problema de ojos rojos o de otras patologías asociadas a la visión. "También se puede recurrir a las lágrimas artificiales", añade.

La decana del Colegio de Ópticos y Optometristas de Castilla y León apunta también la preocupación durante la pandemia con aquellos menores que ya tuvieran un proceso de miopía, la que denomina como "epidemia del siglo XXI", puesto que los estudios calculan que en 2050 la mitad de los niños de la sociedad occidental serán miopes -una proporción que en países orientales se eleva hasta el 90%-. "No es solo un problema de que el ojo no vea de lejos, sino que hay que tener en cuenta de que es distinta la evolución de aquellos con dos o tres dioptrías con los que tengan más de diez. Los trastornos que puede ocasionar a nivel de retina son de diferente índole, así que, de alguna manera, hay que intentar frenar el avance de la miopía", relata.

En este sentido, revela que existe un factor "vital" para moderar ese avance. Se trata de disfrutar de actividades en el exterior. "Durante el confinamiento, los niños no han tenido la oportunidad de jugar al aire libre, por lo que la problemática se puede haber agravado en algunos casos. Pero ahora sí que pueden salir", anima Aparicio.

Tanto para niños como para mayores, el último consejo de la decana es acudir a una óptica si se ha notado alguna sintomatología en estas semanas. "Muchas incluso se pueden solucionar simplemente con consejos de economía visual, como saber organizar el punto donde tiene que estar el ordenador o cómo gestionar periodos de descanso. Algunos necesitarán una prescripción, pero las revisiones son necesarias para saber cómo hacer frente a cualquier problema visual", finaliza.