La restauración de Zamora se enfrenta este lunes con incertidumbre a la esperada reapertura. A partir de la fase dos, que se estrena en la jornada de hoy, los locales podrán dejar pasar a sus clientes para consumir en el interior, aunque con severas restricciones. Para empezar, tan solo se podrá utilizar un 40% del aforo, siempre y cuando se respete la distancia de seguridad entre los comensales. Además, el servicio en la barra estará prohibido y el acomodo de los visitantes tendrá que realizarse únicamente en la mesa. En materia de condiciones higiénicas, se aplicarán las mismas que han regido en los bares durante los últimos quince días. Y todo ello, en mitad de un clima de desconfianza que genera dudas entre los profesionales del gremio.

La patronal zamorana de la hostelería no se atreve a aventurar cuántos de los restaurantes de la provincia optarán por abrir sus puertas con estas restricciones. La de Castilla y León estima que serán, aproximadamente, un 50% quienes vuelvan a la actividad en esta segunda fase de la desescalada. En lo que todos coinciden es en que, al igual que ocurriera hace quince días con los bares, la reapertura será escalonada y arrancará con especial fuerza a finales de esta semana. Por el momento, algunos restaurantes de la capital ya están preparando su interior, aunque ninguno se atreve a dar una fecha antes de comprobar cómo evoluciona la situación.