"Hemos conseguido un gran acuerdo para Cerezal: el pueblo va a mejorar la calidad de vida con los ingresos y los ganaderos podrán seguir practicando el pastoreo extensivo"

El pueblo de Cerezal de Aliste cuenta actualmente con solo 87 habitantes (vecinos empadronados y residentes) de los cuales los varones son mayoría (44) frente a las mujeres (43). Su mayor esplendor en lo que respecta a la población de derecho se vivía en el año 1960 cuando se alcanzaron los 391 vecinos de los cuales 365 (170 hombres y 195 mujeres) vivían habitualmente en el pueblo.

En aquella época había más vecinas, ya que hacia 1954 se inicio la emigración que llevó a un buen número de varones (solteros y casados) al extranjero (Alemania) y en 1956 a distintos puntos de España. La primera emigración de cerezalinos tenía lugar hacia 1912 hacia América: Cuba y Argentina.

Cerezal, históricamente, contó con ayuntamiento propio con Carbajosa de Alba como anejo. La construcción y llenado del "Salto de Ricobayo" aisló a Aliste de Tierra del Pan, sepultando bajo sus aguas a "La Pueblica" alistana y dejando aislado a Villaflor del municipio al que pertenecía (San Pedro de la Nave), integrándose en el de Cerezal el 19 de noviembre de 1935. La historia como municipio se cerraba en noviembre de 1969 al rubricar Francisco Franco su disolución pasando Cerezal y Villaflor al Ayuntamiento de Muelas del Pan y Carbajosa al de Villalcampo.

Uno de los hechos más épicos que marcaron la supervivencia de Cerezal tenía lugar hace ahora 96 años: en 1924 cuando los vecinos se decidieron a recuperar aquellos terrenos del pueblo que un rey les había arrebatado para dárselos al marqués de Valdecarzana y conde de las Amayuelas. La dehesa comprendía Sierra Quemada, El Colmenar, La Cogolla Sierra Gorda, El Escobal y El Carrascal. La única manera era comprarlos y así se hizo. Como negociador se eligió a un joven sacerdote, el único con estudios entonces en el pueblo y el trato se cerró en 90.000 pesetas. El problema surgía a la hora de pagar: la solución pasó por esconder los billetes en una hogaza del pan que el cura llevó montado en una burra, 400 kilómetros, hasta el palacio del conde de las Amayuelas en la calle Ríos Rosas de Madrid.

La Dehesa se dividió en 11 quiñones y estos en 90 suertes (parcelas) que se distribuyeron entre los vecinos por sorteo. Se comenzó a roturarlas en 1926 y se sembraron por primera vez en la sementera de 1927.