Mientras la provincia se va poco a poco recuperando del impacto del accidente sufrido el pasado martes por el Alvia en La Hiniesta, los investigadores no perdieron un minuto en empezar la tarea de reconstrucción de las circunstancias del siniestro para averiguar todos los extremos que llevaron a la caída del Land Rover sobre la vía, el posterior impacto del tren y el fallecimiento de dos personas, además de las heridas de otras siete, una de ellas, un maquinista, herido grave e ingresado en el hospital de Salamanca.

Y acto seguido otros operarios empezaron con la delicada y a la vez dura tarea de rescatar todo el material ferroviario que quedó disperso por las vías, dos trenes Alvia de la serie S-730 completos que iban unidos en la composición.

"Ha sido una tarea contrarreloj, sin descanso", destacaba el responsable de la zamorana Grúas ETU, la principal empresa encargada del rescate del material ferroviario junto con Grúas Palencia. Un esfuerzo titánico que se centró en primer lugar en encarrillar uno de los trenes Alvia, que pudo ser remolcado por otra máquina casi completo (solo le faltaba una locomotora) y duerme en una vía de apartado de Carbajales en espera de su traslado para revisión y reparación. A continuación entraron en acción tres grandes grúas que enderezaron la locomotora más afectada, que ha quedado sobre el terreno y fueron rescatando el resto del material: nueve coches (vagones), dos furgones generadores y otras dos locomotoras. Una de ellas, que no ha sido la más afectada pero presenta daños, ya está subida en el camión góndola que la llevará a Madrid. El resto espera en una plataforma de la base de montaje de La Hiniesta para seguir el mismo camino a los talleres de Renfe de Madrid y Barcelona, según la compañía ferroviaria, a partir del lunes. La locomotora donde viajaban los maquinistas, la más dañada quedará de momento en La Hiniesta.