La entrada en la fase 2 de la desescalada de Zamora no tendrá grandes repercusiones en el funcionamiento del pequeño y mediano comercio con respecto a la apertura aprobada hace dos semanas, más allá de que los aforos en las tiendas suben al 40%. Desde la CEOE se apunta que el principal avance en la desescalada "se va a notar en una mayor actividad", especialmente con la apertura de restaurantes que ya podrán servir comidas en su interior. La patronal zamorana constata una apertura lenta en la hostelería zamorana, que en la fase 1 ha sido de apenas un tercio de los establecimientos. "Se va avanzando muy lentamente en esa normalidad, con mucha prudencia" apunta José María Esbec, presidente de la CEOE de Zamora. Los empresarios advierten del golpe económico que el estado de alarma asesta al pequeño comercio, que ya antes de la pandemia esta "en situación débil y muy tocado. La pregunta que nos hacemos es cuántos van a aguantar este parón porque estamos en cifras de negocio muy lejanas a las de hace un año".

Otra de las novedades en la provincia a partir del 8 de junio tiene que ver con las visitas a centros de discapacitados y residencias de ancianos. En la fase 2 el Gobierno permite a las comunidades autónomas la autorización de estas visitas y una apertura prudente de los centros, aunque serán la Junta de Castilla y León la que regulen la manera de llevarla a cabo.