El titular de Obras en la Diputación, José María Barrios, ha revelado a este diario que desde hace algún tiempo estaba pendiente la elaboración de un estudio para ver si el puente de la carretera de Carbajales que discurre sobre la vía donde se produjo el siniestro ferroviario de este martes se podía reformar, con el fin de lograr un paso más oblicuo al ferrocarril y evitar las curvas de casi 90 grados que obligan a reducir la velocidad a 30 por hora. "Hay que saber el coste y si es viable lo haremos, con permiso de Adif".

Barrios, no obstante, niega que el estado de la carretera influyera en el accidente que costó la vida a un conductor y, posteriormente, al maquinista en prácticas del Alvia: es una vía con carriles de tres metros, bien asfaltada, correctamente señalizada en ese tramo, con reducción de velocidad y unas protecciones adecuadas, "quitamiedos" del mismo tipo que existen en puentes de carreteras nacionales como la N-631 o la de Santa Cristina de la Polvorosa.

Tampoco los datos de siniestralidad avalan que este punto se pueda considerar peligroso ya que sólo constan dos atestados de la Guardia Civil, por un accidente en 2017, causado por embriaguez del conductor y otro en 2018 por exceso de velocidad.

Coste económico

La caída a las vías del viejo Land Rover que ha provocado una tragedia en pérdida de vidas humanas y pudo tener incluso un peor resultado en la gravedad de los heridos, va a conllevar un elevado coste económico, ya que solo la composición doble del Alvia que sufrió el accidente está valorada en 40 millones de euros.

Comprar un tren no es como adquirir un automóvil y por tanto no hay tarifas oficiales de precios, pero se puede hacer un cálculo. Por ejemplo los 15 Alvia presentados en 2012 por la entonces ministra Ana Pastor de la serie S-730 costaron 78 millones, o sea 5,2 millones por tren. Pero eran una adaptación híbrida de otro modelo, el S-130 que costaba unos 14,8 millones. Hay además otra fuente que confirma la estimación del coste de uno de estos trenes Alvia de la línea Galicia-Madrid, que en su día calculó en 80.164 euros el coste por asiento. Teniendo en cuenta que uno de estos trenes tiene 262 plazas el resultado se acerca a los 21 millones.

No todo se perderá, ya que Renfe tiene la intención de revisar todo el material y reparar lo que sea posible. De hecho se logró encarrilar una composición casi completa (le falta una locomotora), que fue arrastrada hasta la estación de Carbajales de Alba donde aguardará la reapertura de la vía para dirigirse a los talles de Madrid, explicaron fuentes de la compañía ferroviaria.

Otro material se quedará en la base de La Hiniesta, si se puede encarrillar para trasladar a los talleres y algunas piezas, como una de las locomotoras tienen como destino los talleres de Madrid para analizar sus daños, extraer datos sobre el accidente y en caso de que sea posible, proceder a su reparación. Este fin de semana las grúas continúan retirando el material.