La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha aludido a las recomendaciones publicadas por el Ministerio de Sanidad sobre apertura de playas y zonas de baño tras la crisis del COVID-19 para responder a las peticiones del Ayuntamiento de Galende. El problema, sin embargo, no está en el desconocimiento de esta norma sino en la imposibilidad de cumplirla dada la situación económica de este consistorio. Entre las medidas a acatar, por ejemplo, se encuentra la limpieza diaria de la arena de la zona de baño con máquinas específicas, el control de los aforos a la hora de entrar a las playas o el respeto de las distancias de seguridad. Cuestiones difíciles de asumir cuando lo que falta es presupuesto.

La orden publicada por el Ministerio de Sanidad el pasado 23 de mayo deja, además, demasiadas cuestiones en el aire que afectan a la provincia de Zamora, no solo en el Lago, sino en otras zonas fluviales de recreo. Así, se dicta que "se debe prestar especial atención a las pozas, remansos y cauces de agua dulce con escaso caudal" por su concentración de bañistas, llegando a decir que "estos medios no son aconsejables para uso recreativo".