Manuel P. R., Manolito para sus vecinos de Palacios del Pan, se dejó la vida en el puente de la vía del tren de La Hiniesta, a pocos kilómetros de casa. Un recorrido muy familiar para este octogenario -cumpliría 89 años en octubre- que la mañana del pasado martes se empeñó en ir a Zamora con su histórico Land Rover Santana (modelo corto).

No volvió a casa. De regreso a Palacios del Pan, a una hora indeterminada, el vehículo conducido por el anciano se precipitaba por el puente de la vía y pasadas las cuatro de la tarde era arrollado por un tren Alvia. Manuel P. R. y un maquinista de prácticas perdieron la vida.

Cuentan en Palacios que entre las 3 y las 4 de la tarde algunos vecinos pasaron por el viaducto del ferrocarril y vieron los desperfectos en el quitamiedos. "Pensé, alguno que se dio el fin de semana" relata una señora que volvía de Zamora poco antes de las cuatro. Hacia las tres había pasado otro vecino e igualmente reparó en la bionda deformada, "pero estamos tan acostumbrados a que haya algún golpe que la gente no pensó en nada grave" apuntan en el vecindario. Y otro grupo de trabajadores también habrían visto la barrera doblada pero igual pensaron, "otro camión que se ha dado".

Porque los vecinos de Palacios de Pan y, los de Andavías, ya saben de más de un susto en este viaducto, situado en la carretera ZA-P-1405, entre La Hiniesta y Andavías, que va hacia Carbajales de Alba. "Es un puente estrechísimo, por mucho que se ha pedido nunca lo han ensanchado y ahí se ha salido mucha gente; no es una infraestructura del sigo XXI y esta carretera tiene bastante tráfico" expresa la alcaldesa de Palacios del Pan, Lidia Pechero.

"Es un auténtico peligro, el guardarraíles no se ha reforzado y si te cruzas con un camión o un tractor te ves mal para pasar o te toca dar marcha atrás. Si no se ha arreglado y ha tenido que pasar esta desgracia, espero que ahora se tomen medidas" reivindicaba la regidora. Porque el del martes no fue un susto sino un accidente gravísimo que se ha cobrado la vida de dos personas y pudo tener peores consecuencias, con 158 viajeros a bordo del Alvia procedente de Galicia.

Un día negro para la historia de Palacios del Pan. Manolito se dejó la vida en el viaje de vuelta de Zamora, a donde había ido para realizar unas compras y coger unos medicamentos. La última persona que estuvo con él fue el taxista del pueblo, Antonio Zafra conocido por todo el mundo como "el andaluz": "le he llevado varias veces a Zamora pero ayer, por el martes, me dijo que hacía mucho que no movía el coche. Cuando lo fue a sacar no arrancaba y se lo arranqué yo con las pinzas".

Faltaban quince minutos para las once de la mañana cuando el anciano salía de Palacios con su inseparable Land Rover de color verde. "Mira que lo he llevado yo veces, pero ayer se empeñó en ir y ahí se ha quedado el hombre, debajo del puente" lamentaba el taxista. "Lo raro es que ni los trabajadores de la vía ni nadie se diera cuenta; es una pena que le haya pasado esto". Fueron muchos los ratos, conversaciones y cartas compartidos entre Manolito y "el andaluz". "Le gustaba jugar la partida y como ahora está el bar cerrado, algunas veces íbamos a Andavías; era un hombre muy afable, pasamos muchos ratos juntos" evoca este vecino.

Unas sensaciones corroboradas por la alcaldesa de Palacios del Pan, Lidia Pechero, quien lamentaba las trágicas circunstancias en las que ha perdido la vida uno de los vecinos y también el joven maquinista gallego. "Sentimos mucha pena, es un pueblo pequeño y el suceso ha impactado" confesaba representante municipal. "Se va uno de nuestros mayores, pero además Manolito era una persona muy querida, muy sociable y muy presente en el pueblo. Era el monaguillo, el que tocaba las campanas, siempre estaba ahí, lo vamos a echar mucho de menos".

En su afán por desmentir la rumorología y no sacar conclusiones precipitadas, Lidia Pechero destaca la prudencia del octogenario que acostumbraba a ir todos los martes a Zamora a hacer compras. Viudo y padre de los hijas, en el pueblo vivía con una de ellas y se coincide en que no representaba la edad que tenía. "Yo creí que andaba por los 80 y resulta que tenía casi 90, no los aparentaba, se manejaba muy bien".

Cuentan también que a Manolito le ilusionaba seguir manteniendo el viejo Land Rover, que conducía cada vez con menos frecuencia, pero se preocupaba de moverlo "de vez en cuando". Con casi medio siglo en circulación, el todoterreno estaba declarado como "coche histórico", había pasado la ITV y el anciano tenía el carné con todas las bendiciones, aunque en su entorno ya le venían advirtiendo de que era demasiado mayor para seguir al volante.

"Era un hombre prudente y a mucha velocidad no podía ir con ese coche" expresa la alcaldesa. Lo que haya ocurrido queda para los investigadores. En Palacios se cuenta un vecino menos y con la pena de que "no va a tener una despedida como se merece" porque la pandemia impide multitudes. "Cuando se pueda le diremos una misa en condiciones" anuncia al alcaldesa.