Aunque nadie lo hubiera imaginado hasta el pasado de mes de marzo, la fiesta del Martes de Pentecostés en el barrio de San Lázaro sería muy diferente. No habría procesión, la imagen de la Virgen del Yermo no recorrería las calles, alfombradas, como es habitual, por niñas y niños de primera comunión. Tampoco la música inundaría las calles del barrio. Una pandemia, que acabaría con la vida de decenas de miles de personas en todo el país -centenares de miles en todo el mundo- lo impediría. Pero, ni aún así, la Virgen del Yermo se quedó sin celebración. La cofradía ofreció una elegante ceremonia que se convirtió en una oración por todos aquellos que han fallecido, sus familias, y las muchas personas que, por distintos motivos, sufren cada día por el coronavirus.

Concelebrada por los sacerdotes de San Lázaro Florencio Gago y Agustín Montalvo, la música, las palabras y el rezo se fundieron en una ceremonia con exigentes medidas de seguridad. Tampoco se imaginaban los párrocos que ofrecerían la misa con una pantalla protectora, imagen que quedará para el recuerdo, como todo lo vivido la jornada precedente, Lunes de Pentecostés.

El peso del acto religioso recayó en Agustín Motalvo, quien recordó a "todos los que están en la calle, los que no tienen para vivir". Con una llamada, además, a la responsabilidad de los políticos: "Quienes tienen el deber de quitar el sufrimiento no se entienden, están enfrentados. La culpa la tienen todos, con distinta responsabilidad, pero todos y esa es causa de sufrimiento para nosotros", remató, tajante.

También tuvo palabras el veterano sacerdote para quienes no cumplen con las normas sanitarias. "Sufrimos cuando hay personas irresponsables que no se dan cuenta de que contribuyen a que esto no termine". Porque la pandemia no ha terminado: "Puede que el virus vuelva mañana o pasado".

Así que todos, sacerdotes, cofradía, feligreses... estuvieron de acuerdo en que lo más acertado era "pedirle a María" su amparo, su protección. Del mismo modo se expresó en el colofón de la ceremonia Francisco Iglesias, presidente de la Cofradía del Yermo: "Que la Virgen del Yermo nos cuide". Fue después de dar las gracias a los sacerdotes, a los equipos de desinfección de la iglesia, al mermado coro, a los niños de comunión y a la propia Virgen.

La música había estado presente también durante el ceremonial. Al "casi" coro le acompañó el folclorista zamorano Luis Antonio Pedraza, quien interpretó con flauta y tamboril el Ave María. La Salve, interpretada por todos los presentes, puso el colofón a un bello acto retransmitido por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. Ahora, el lado solidario queda en manos de los fieles, que pueden participar en la subasta virtual de las andas, con aportaciones en el número de cuenta ES23 3085 0075 1020 8297 2411 de Caja Rural.