La fiesta de la Santa Cruz es uno de los momentos clave en el calendario fermosellano, pero la pandemia del coronavirus obligó ayer a una celebración completamente inédita. Ni romería a la ermita, ni puestos, ni meriendas, ni misa en el pequeño templo que mira al arribanzo.

La ermita de la Santa Cruz de Fermoselle permaneció cerrada y la fiesta estuvo protagonizada por los niños, a los que se ha querido reconocer su disciplina durante el confinamiento. Una caravana formada por representantes del Ayuntamiento de Fermoselle, Guardia Civil, Policía Municipal, la dirección del colegio y Cruz Roja recorrió ayer las casas de los escolares de la villa para hacerles entrega de un diploma y una súper hamburguesa.

Alrededor de 35 niños y niñas recibieron personalmente el diploma y la sabrosa merienda para compensar la im posibilidad de disfrutar este año de los típicos asados en el campo.

Ha sido el reconocimiento al ejemplar comportamiento de los más pequeños durante el periodo de confinamiento, que en su fase inicial impedía la salida a la calle. Por eso la concejala de Cultura, Tita Fidalgo, junto al Policía Municipal, agentes del Cuartel de Fermoselle, la directora del colegio y voluntarios de Cruz Roja se encargaron de premiar a los más pequeños en una fecha muy señalada del calendario fermosellano. También acudieron a la residencia de ancianos Conchita Regojo para homenajear a trabajadores y residentes.

El acto ha coincidido con la fiesta de la Santa Cruz, que este año se ha visto privada de la tradicional romería a la ermita situada a la vera de los Arribes del Duero. El Ayuntamiento pidió a los vecinos que se abstuvieran de formar concentraciones en torno a la ermita y los actos religiosos se trasladaron a la iglesia parroquial, donde se celebró una misa cumpliendo las medidas de distancia y protección con mascarillas. En total acudieron 25 personas situadas en los extremos de los bancos y guardando las distancias. La jornada se completó por la tarde con una tertulia sobre la historia de Santa Cruz, con Iluminada Ramos, Roberto Fariza, Agustín Borges y José Montero como invitados.