La polifacética artista madrileña de raíces zamoranas Lucía Gil es una cara conocida en la provincia desde que era una adolescente que cantaba en Disney Channel y aparecía en 'Gran Reserva' de TVE. En los últimos años ha compaginado su papel protagonista en "La Llamada", uno de los musicales de mayor éxito en los teatros de España, escrito por "Los Javis" -Javier Romero y Javier Ambrossi-, con el desarrollo de su talento como compositora. En el mes de marzo su canción "Volveremos a brindar" triunfó en España y Latinoamérica alegrando la cuarentena a millones de personas. Ahora, los zamoranos pueden conocer su otro talento escondido, el de la escritura, ya que Lucía Gil acaba de publicar 'Mientras dure el verano' una novela romántica protagonizada por una joven muy poco romántica. Una historia de lectura ligera que retrata las relaciones de los jóvenes en la sociedad actual, y en la que la mujer toma un lugar protagonista.

-Antes de entrar a su novela hay que felicitarle por el éxito de la canción "Volveremos a brindar" porque se ha convertido en un himno de la cuarentena en muchos países de habla hispana ¿Esperaba llegar a tantos millones de personas cuando la compuso en su casa?

-No, la hice para regalársela a mis seguidores y pensaba que podía alcanzar la repercusión habitual que puede tener una canción en redes sociales o en YouTube en España, pero no que llegara a tantos países y a tantas personas.

-Mientras esperaba el momento de volver a brindar, ¿a qué ha dedicado el tiempo durante el confinamiento, con los teatros cerrados?

-He estado componiendo más canciones que verán la luz dentro de no mucho tiempo, he estado escribiendo cosas nuevas y aunque todavía no puedo anunciar un libro nuevo sí tengo algún proyecto encaminado, y también mucho sofá y mucho Netflix, como todos. Y muchas entrevistas, porque en muchos medios se interesaron por "Volveremos a brindar".

-Conocemos por primera vez su faceta de escritora. Cualquier buen novelista ha sido un ávido lector, ¿cuáles son sus libros favoritos con los que ha crecido?

-Del tema del que estoy escribiendo, novela romántica, no tengo que nombrar a una escritora, Megan Maxwell, porque además la propuesta para escribir este libro me llegó a través de ella. Pero libros que me gusten tengo muchos de todo tipo, incluyendo algunos de escritoras jóvenes y además amigas como Alejandra Parejo.

-¿Qué libro ocupa ahora su mesita de noche?

-"Help me!", de Marianne Power, es sobre una chica a la que le sale todo del revés y comienza a leer libros de autoayuda para superarlo, pero creo que no le están sirviendo de nada. Es divertido.

-¿Qué le movió a escribir?

- Yo siempre he escrito, pero nunca terminaba ninguna de mis historias, incluso llegué a contar con algunas novelas algo avanzadas pero nunca cerraba ninguno de esos proyectos. Conocí a la editora a través de Megan Maxwell porque colaboré con ellos haciendo la banda sonora de un libro de Megan y me propusieron hacer una novela concreta. Sabiendo que mi libro se iba a publicar fue mucho más fácil, creo que necesitaba ese empujón.

-¿Tenía claro desde que se sentó a escribir qué historia quería contar, o según los personajes iban cobrando vida fueron tomando decisiones que no tenía previstas en un inicio?

-Sí tenía claro qué quería transmitir y cómo quería que acabar "el viaje", pero es verdad que a la hora de escribir te sorprendes con nuevas ideas y te permites cambiar cosas. Sobre todo los diálogos, las contestaciones que dan algunos personajes, las iba teniendo mucho más claras cuando esos personajes iban tomando forma y cobrando vida.

-¿Hay mucho de usted en Vera, la protagonista, o se sientes más identificada con Nuria o Zoe, sus amigas?

-Es ficción, pero algo de una misma llevan todos los personajes. Hay un montón de cosas con las que no coincido con Vera, así que quizás me identifique más con Nuria, pero cada personaje lleva una parte de mí. Cada capítulo empieza con una reflexión que tiene que ver con lo que le va a pasar a la protagonista y las cuento a través de ella, pero que es una reflexión no forma parte de la trama, y ahí es donde verdaderamente hay más de mi.

-Además de entretener, es un libro que enseña al lector lecciones sobre el amor, la amistad o los celos. ¿Quería enseñar alguna lección vital?

-Lo que espero que todo el mundo se pueda sentir identificado con esas reflexiones porque son cosas que todos hemos sentido alguna vez. Todos hemos sentido celos, nos hemos enamorado o desenamorado.

-¿Qué emociones cree que va puede sentir el lector con "Mientras dure el verano" entre las manos?

-Ojalá que sobre todo se divierta, porque aunque es un libro que tiene partes tristes, como sucede en la vida de cualquier persona, al final es una historia divertida sobre una chica de 24 años que vive en el centro de Madrid y vive una serie de cosas con sus amigas, con su familia, con sus relaciones y lo que busco es que la gente se entretenga conociendo esas experiencias y que se lo pase bien leyendo y tenga una buena sensación al cerrar el libro.

-Para Vera sus amigas son un elemento imprescindible en su vida, ¿también para usted, que tiene casi la misma edad?

-Los amigos son una parte importante en la vida de cualquier persona, y creo que en cada etapa se vive de una forma diferente. A mí me gustan las amistades que se mantienen en el tiempo, y Vera y sus amigas son "amigas, amigas", y en eso sí me siento muy identificada.

-¿Cree que se necesitan más historias contadas por mujeres de su edad, que representen y den voz a las chicas de su generación en la literatura?

-Ya hay cada vez más, como en la música y en absolutamente todo, y lo creo que lo más importante es que no haya envidias profesionales y nos apoyemos unas a otras, que a veces parece que para intentar defender nuestro trabajo tenemos que echar abajo el de otras compañeras, pero no es así. Actualmente hay muchísimas escritoras jóvenes muy buenas y todas se merecen su espacio.

-¿Por qué optó contar la historia en primera persona a través de Vera, en forma de narrador-protagonista?

-Cuando empecé a poner en el folio en blanco las primeras palabras me salieron así, escribí el primer capítulo del tirón y me pareció que tenía mucha más actualidad y que de esa forma funcionaba la historia. Tiene cierto riesgo porque cuando escribes en primera persona te pillas un poco las manos a la hora de contar ciertos hechos que la protagonista no ve directamente, y por eso me he tomado ciertas licencias, pero prácticamente todo el libro lo vivimos a través de los ojos y de los pensamientos de Vera.

-Ha compaginado la escritura del libro con su trabajo en los escenarios representando a Susana Romero, la protagonista de "La llamada", uno de los musicales más entradas han vendido en Madrid y en su gira por España, ¿no acababa agotada?

-En "La llamada" llevo tres años ya, aunque ahora estamos parados, claro, y el proceso de creación de este libro ha sido de un año aproximadamente, pero ha sido un proceso muy cómodo y muy bonito porque escribir te permite gestionar el tiempo en función de como estés tú, un día puedes estar muy inspirado y otro sentarte delante del ordenador y que solo te vengan ideas que no son buenas. Pero como tienes tiempo no hay presión. Eso sí, he escrito en mil lugares y a todas horas, sobre todo en el ordenador, pero también en cafeterías con bolígrafo y folios, y si me venía de forma repentina una idea me ponía a escribirla con el móvil, principalmente esas reflexiones que abren los capítulos. En cuanto a "La llamada", es un musical que me permite pasármelo muy bien porque es una comedia en el que mi personaje pasa por situaciones muy diferentes y es una obra que permite jugar mucho con la improvisación y al final hace que no te aburras y lleves tres años haciendo la misma obra sin agotarte.

-¿Anima a la gente a volver a los teatros en cuanto abran?

-Pues sí, porque además la llamada iba a estar en Zamora este invierno, aunque no estoy segura de si cambiará la fecha debido a este parón por la pandemia. Pero claro, que estén atentos y vengan a vernos.

-¿Qué personaje de los que interpretó en "Tu cara me suena" le hizo disfrutar más?

-Pink, porque en la caracterización era muy alejado de mi pero artísticamente era el personaje de los que hice que más encajaba con mi estilo, con la música que yo hago. A nivel de imitación me encantó la semana de Conchita, porque lo hicimos juntas, hice la actuación con ella y dijeron que sí había quedado parecido.

-¿Y el más difícil?

-Algunas semanas me costaba mucho encontrar la voz adecuada porque solía llegar a la gala con la garganta destrozada. Ese año estaba haciendo una obra de teatro en Madrid que me exigía mucho físicamente, y entre eso y los catarros del invierno no podía separarme de mi jengibre ni de propóleo. Y también la actuación de Bonnie Tyler por el simple hecho de que era la gala final, era en directo, y estábamos todos entre inquietos y emocionados.