El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, pidió hoy al Ministerio de Universidades que adelante las recomendaciones que pretende fijar para el curso 2020-2021 porque las universidades españolas no pueden “permitirse esperar hasta finales del mes de julio”, plazo que ayer dio el ministro, Manuel Castells, en la reunión telemática que mantuvo con algunos miembros del sistema universitario español, entre ellos el rector del Estudio salmantino.

“El Ministerio se dará cuenta de que finales de julio es muy tarde”, señaló Rivero en la rueda de prensa telemática mantenida este viernes con los medios de comunicación locales y regionales de Salamanca, recordando que “el sistema universitario español no puede recibir las recomendaciones a finales del mes de julio porque está cerrando sus campus y ahí está todo decidido”.

No obstante, Rivero no consideró “una decepción” la reunión mantenida ayer con el ministro de Universidades, porque además de poder “exponer el modelo de presencialidad segura” defendido por la Usal, puso el énfasis en “invertir en personas y plantillas, no solo en equipamientos tecnológicos, porque la universidad se basa en el encuentro de maestros y estudiantes para compartir conocimiento”.

Ese, de hecho, será uno de los cinco ejes del modelo de “presencialidad segura” que presentará la Universidad de Salamanca, en detalle, “a finales del mes de junio”, con el objetivo de que “sea conocido por quienes se plantean estudiar en la Universidad de Salamanca durante el próximo curso 2020-2021, que esperemos que sea lo más normal posible”.

“Vamos a estar preparados para actuar en función de la evolución de las circunstancias epidemiológicas, pero no nos vamos a resignar desde el principio”, defendió Rivero, quien aseguró que la Usal contará con “plantes de contingencia para afrontar cualquiera de los escenarios posibles”, pero siempre desde la defensa de “la presencia de estudiantes de toda España en Salamanca”, puesto que no quieren “un planteamiento ‘online’ como algo permanente”.

Para ello, la Usal elaborará un modelo con cinco ejes que planteará medidas en protección de la salud a través de “reglas de distanciamiento, control de aforos, test para toda la plantilla y un protocolo de respuesta rápida de vigilancia epidemiológica”, seguridad jurídica para “garantizar que los estudiantes conocen las respuestas ante posibles contingencias”, tecnología mediante el “campus virtual”, formación del profesorado y predilección por “las personas”, puesto que, según Rivero, la universidad necesita “inversiones tecnológicas pero, sobre todo, plantillas reforzadas y robustecidas”.

Nuevos alumnos y reducción de tasas

El objetivo final es retomar durante el curso 2020-2021 un “escenario de normalidad”, si las circunstancias epidemiológicas lo permiten, en el que también influirá “la movilidad internacional e interprovincial”, aspectos que son “claves” para la Universidad de Salamanca puesto que “el 60 por ciento de nuestros estudiantes vienen de provincias y países que no pertenecen al territorio de los campus universitarios” de la Usal.

Por ello, si se recupera la “movilidad fluida”, Rivero considera que “existe una posibilidad real de mantener una matrícula de Grado similar a la de años anteriores o incluso mayor”, aunque reconoció que “si en verano se produjeran circunstancias que afectaran a la movilidad interterritorial, el impacto sobre la matrícula de Grado sería alto”. “Vamos a trabajar para que, en cualquiera de los escenarios posibles, la matrícula sea la mayor posible”, concluyó Rivero.

Consideró asimismo positivo que “se hayan ampliado las oportunidades de becas”, así como la reducción de las tasas universitarias, pero matizó que “no se puede gestionar una situación como la que estamos viviendo sin más recursos”, por lo que invitó al Ministerio a dotar de “recursos adicionales” a las universidades para afrontar no solo las adquisiciones en equipamiento tecnológico, sino para “reforzar las plantillas”.

En ese sentido, celebró que Castilla y León apueste “por el modelo universitario público, respaldando el modelo presencial que planteamos para el curso 2020-2021”, frente a Comunidades Autónomas como Andalucía, que “ha anunciado un recorte de 135 millones de euros para las universidades”, o “lo que estamos viendo en Galicia”. “Estaría alarmado si viese en Castilla y León mensajes de estas características”, concluyó Rivero.