Hasta los años 70, la Plaza Mayor de Zamora fue un espacio simétrico, flanqueado por dos edificios semejantes rematados en arcadas a pie de calle, el Ayuntamiento Viejo y el nuevo, en la antigua Casa de las Panaderas, cuyo vano central comunicaba con la Costanilla. La demolición del lado oeste descubrió las maravillas románicas de San Juan. A cambio, dejó un espacio abierto aún sin terminar.