La provincia de Zamora tiene por delante la misión de evitar que 2020 se convierta en un año catastrófico para los intereses del turismo. El sector ha sufrido las peores consecuencias de la crisis sanitaria y económica, pero aún está a tiempo de remontar el vuelo de cara a la temporada estival. En eso trabajan las instituciones del territorio, que consideran que hay que explotar, aunque no suene demasiado bonito, ese miedo a la playa y sus aglomeraciones que puede calar en la sociedad. En el lado contrario de esa propuesta turística se encontrarían capital y provincia, con unas condiciones que garantizan el distanciamiento social y una serie de potencialidades que pueden hacer las delicias de los visitantes de interior. La ambición es que los vecinos redescubran Zamora. No hace falta salir a buscar al turista exótico; con que venga el que se encuentra cerca, será suficiente para completar una buena campaña de verano.

Las buenas relaciones que mantienen los departamentos de turismo de la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Zamora garantizan una cooperación que será más importante que nunca para la salida de esta crisis post COVID-19. Ambas instituciones diseñarán un plan de acción y promoción con el objetivo de conseguir que este territorio sea una de las principales opciones a tener en cuenta por aquellos que quieren huir de la playa y sus masificaciones durante este verano. Según ha podido concretar este diario, se trata de explotar esa desconfianza en el litoral y su particular situación, colocando a Zamora como un "destino seguro". De hecho, el eje principal sobre el que trabajar es precisamente el de las condiciones de capital y provincia para garantizar ese equilibrio entre espacio e intensidad sobre el uso turístico. Algo con lo que tranquilizar al visitante.

El perfil que se buscará este verano es el del vecino. La reactivación del sector, este año, no entiende de nacionalidades y sí de números. Por eso, será más fácil reclutar viajeros que se encuentren cerca y que puedan acudir por sus propios medios a los diferentes destinos de la provincia. Galicia, Asturias, Madrid y el resto de provincias de Castilla y León están en el punto de mira de las instituciones. En el plano internacional, nunca se ha dejado de mirar hacia Portugal. Son el objetivo. Turistas que pueden llegar en su propio vehículo para hacer un viaje en familia por distintas localizaciones del territorio. Turismo de distancias cortas que permita conocer Zamora a fondo e incluso redescubrirla.

A ello, habría que añadir otra pata a la que apuntan los propios empresarios del sector turístico, que es la de las excursiones en las "vacaciones del pueblo". Se espera que este verano no sean pocas las familias que sacrifiquen sus viajes para dedicar todo el periodo vacacional a irse al pueblo de sus antepasados. De eso, en Zamora hay mucho. Y es ahí donde la actividad turística puede "pescar", dado que el objetivo marcado es que esas familias puedan realizar diferentes excursiones dentro de la provincia. En este particular, quien más tiene que ganar es el entorno del Lago de Sanabria, motor indudable del sector en temporada estival.

La idea, en definitiva, pasa por garantizar cierto nivel de ocupación turística durante los meses del verano para conseguir la sostenibilidad de un sector que es de los que más está sufriendo la crisis sanitaria. Un trabajo que se realizará en equipo en Zamora.

El sector confía en la apertura de Madrid, foco principal de viajeros

El visitante madrileño es uno de los más esperados cada año por parte del sector turístico en la provincia de Zamora. Por eso, los empresarios esperan como agua de mayo la apertura de la capital para que repercuta en la recuperación de la actividad económica. Durante estos últimos meses, las asociaciones zamoranas de hostelería han seguido con atención la evolución de la pandemia en Madrid e incluso han llegado a decir públicamente que “no tendría sentido” abrir los negocios si los habitantes de esta comunidad autónoma no podían viajar. Un extremo que, en principio, no va a llegar por muy mal que se den las circunstancias derivadas de la crisis sanitaria.

El resto de provincias de Castilla y León son también un importante foco de visitantes para la provincia de Zamora y es donde se hará un gran esfuerzo por parte de las instituciones de cara a este próximo verano. En esta ocasión, parece que será más fácil dadas las circunstancias y teniendo en cuenta que toda la región está avanzando al mismo nivel en la desescalada. El problema al que se enfrentará el sector durante los primeros días de reapertura será el retraso respecto a otras comunidades autónomas, que llevan ganados quince días en cuestión de fases. No obstante, aquí se ha apostado siempre por una reapertura “segura”, aunque tenga que tardar más en llegar.