La caravana de Vox en contra del Gobierno de Pedro Sánchez congregó ayer en las calles de la capital a algo más de un centenar de vehículos. Ataviados con la bandera constitucional, y alguna que no lo era, los conductores recorrieron varias veces el circuito diseñado por las principales arterias circulatorias de Zamora, llegando incluso a colapsar la avenida de Cardenal Cisneros al inicio de la comitiva. Los indignados hicieron sonar las bocinas durante su periplo por la ciudad y recibieron no pocos vítores de quienes, por lo que fuera, se encontraban en la calle en esos momentos. En el lado contrario, las críticas se sucedieron por igual y los gritos de desaprobación nacían tanto a pie de vía pública como en los balcones.

Lo exiguo del recorrido y la circunstancia de ser una manifestación motorizada provocó que la comitiva de Vox tuviera que dar varias vueltas al recorrido establecido para mostrar su disconformidad con las decisiones tomadas por el Gobierno resultante de las elecciones del pasado 10 de noviembre, para el que pidieron la dimisión. El convoy de vehículos se organizó en la avenida de Príncipe de Asturias y arrancó al filo del mediodía atravesando la avenida de Cardenal Cisneros, lo que generó un embudo que tardó en disiparse unos diez minutos.

Los manifestantes recorrieron Príncipe de Asturias, Alfonso IX, plaza de Alemania, Tres Cruces y Cardenal Cisneros para volver a Príncipe de Asturias. Con gritos de "Libertad" y "Gobierno dimisión", los zamoranos que secundaron esta iniciativa del partido de ultraderecha Vox completaron la protesta durante algo más de media hora antes de disolverse y siempre bajo el control policial para evitar situaciones desagradables. La caravana de la formación dirigida por Santiago Abascal se hizo notar en la capital, tras una semana de incertidumbre ante una inicial prohibición que finalmente levantó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.