Cubismo, clasicismo, realismo, impresionismo... ningún estilo pictórico ha sido un obstáculo para que los alumnos de 1º de la ESO del colegio Sagrado Corazón de Jesús-Amor de Dios hayan realizado su propia interpretación de obras clásicas de todos los tiempos en el proyecto Recrearte, puesto en marcha por el departamento de Artística del centro, con Fernando Martín a la cabeza.

Más allá del magnífico -y muy visual- resultado final, el docente explica que los primeros pasos que tuvieron que dar los alumnos fueron investigar un poco sobre el autor y la obra que ellos mismos se encargaron de elegir para "darle vida", teniendo en cuenta que, debido a la actual cuarentena, debían acoplarse a lo que tuvieran en sus hogares. "Han recreado desde cuadros de maestros españoles hasta pintura flamenca, de la escuela rusa o incluso cubismo y surrealismo", enumera como ejemplos de la imaginación sin límites de sus alumnos.

La idea de este trabajo era "realizar un proyecto sobre las diferentes tendencias artísticas", explica Martín, quien se inspiró en una noticia vista en televisión y se puso manos a la obra para darles unas pautas generales a los estudiantes. Desde que surgió la idea hasta que se plasmó en una fotografía, este grupo ha estado trabajando dos semanas. "Se trataba también de que, dentro de los recursos que se tenían, se pudiera hacer una tarea que fuera al a vez constructiva y entretenida. Y eso en una asignatura como Plástica es algo posible", reconoce Martín.

La propuesta en algunos casos ha ido más allá de los propios alumnos y varias familias también han querido participar en el proyecto -con escenografías tan impresionantes como la recreación del famoso cuadro de los fusilamientos del 3 de mayo de Goya-, al que se ha sumado además algún profesor del centro "como una colaboración especial", agradece el responsable de Plástica, quien ha elaborado un vídeo que recoge las 75 propuestas artísticas realizadas por alumnos, compañeros y familias, reunidas con la frase de Paul Klee, "Un ojo ve, el otro siente". Según Fernando Martín, resume muy bien este proyecto. "Lo que he querido es que los alumnos, además de ver y elegir un cuadro, aprendieran a interpretar las emociones de esa pintura, qué sentía el autor mientras lo pintaba y poder capturar a través de una fotografía ese momento". Un objetivo que, visto el resultado, está más que conseguido.