Las mejores previsiones hablan de un retroceso de la economía de Zamora en el año 2020 de hasta el 7,6%. Las peores, sitúan la caída del PIB provincial en casi un 10%. El nuevo escenario ha puesto en jaque a toda la actividad del territorio, que mira al futuro con incertidumbre y, a la bolsa del ahorro, con resignación. Y aún con todo, todavía podría ser peor. El amplio despliegue de la industria agroalimentaria y la consolidación en el mercado que ofrecen las explotaciones agrícolas y ganaderas han hecho que las cifras de Zamora sean mejores que las del Conjunto de Castilla y León. El informe "Situación económica y perspectivas de las provincias de Castilla y León", elaborado por Unicaja Banco, aporta una visión de futuro que no resulta nada halagüeña.

Tal y como se desprende del documento, los principales indicadores económicos ya comienzan a reflejar los efectos de esta grave crisis. En este contexto, las estimaciones apuntan a un "fuerte descenso" de la producción en el año 2020, con una reducción de la actividad de entre el 7% y el 10% en la provincia de Zamora. La evolución de la actividad, aclaran desde Unicaja Banco, estará ligada a la estructura económica de cada provincia. De este modo, territorios con un mayor peso del sector agrario, como es el caso de Zamora, podrían registrar un menor impacto "dado que este sector estaría menos afectado que otros".

Si bien aún no existen cifras disponibles de la contabilidad regional para el primer trimestre del año en Castilla y León, para Unicaja Banco resulta "previsible" que la irrupción del COVID-19 interrumpa también bruscamente el perfil de crecimiento que venía mostrando la economía de la comunidad. "Cabe señalar que, a lo largo de 2019, ya se produjo una moderación en el ritmo de aumento del PIB, principalmente por la menor aportación de la demanda interna y, en particular, de la inversión", aclaran desde la entidad.

En el actual contexto, las perspectivas económicas están sometidas a una incertidumbre muy elevada y la realización de proyecciones resulta compleja, por lo que deben ser tomadas con cautela. Partiendo de determinadas hipótesis con respecto a la duración del periodo de confinamiento y el proceso de "desescalada", las estimaciones de Unicaja Banco apuntan a que, en el conjunto de 2020, el PIB de Castilla y León podría descender entre un 7,6% y un 10,8%, aunque no puede descartarse un mayor descenso. En el escenario más favorable, las caídas de la actividad podrían oscilar entre el 6,4%, en la provincia de Salamanca, y el 8,8%, en la de Burgos, en tanto que, en el escenario más desfavorable, los descensos superarían el 10% en todas las provincias, exceptuando Salamanca y Zamora. Esta provincia, por lo tanto, podría salvar el envite gracias a la implantación en el territorio de la industria agroalimentaria.