Desde el pasado mes de marzo, España comenzó a prestar atención a la famosa "curva" de contagios y fallecidos. Se convirtió prácticamente en una obsesión que ahora se ha atenuado, a la vista del "aplanamiento" que han procurado los datos de las últimas semanas.

En aquel inicio, esa curva no se despegaba en Zamora, pero la aparente buena noticia solo respondía a una realidad: la baja aplicación de test rápidos a los potenciales infectados. Si hubo un día clave para cambiar esa tendencia -y que acabó aportando datos más elevados, y hasta preocupantes- se produjo del pasado 29 de abril al día 30, el auténtico Día-D en Zamora.

En aquella fecha, pasaron de aplicarse 2.794 pruebas rápidas a 3.917. Es decir, en tan solo una jornada, se efectuaron 1.123 nuevos test. La consecuencia desde entonces, cuando ha seguido la escalada en la aplicación de test, es evidente: un mayor número de positivos. En concreto, desde aquella fecha, Sanidad ha detectado 974 nuevos positivos por test rápido, estadística diferente a la de las pruebas PCR. El gráfico no deja lugar a la duda.