Nada sienta peor a un motor que dejar de arrancarlo. Quizá, por eso, los talleres mecánicos no han sacado la cabeza del capó desde que han podido abrir con plenas garantías. La crisis del coronavirus ha pasado también su factura en los coches y ahora los especialistas trabajan a rendimiento completo después de casi dos meses en el dique seco. Las baterías agotadas colapsan los locales, pero eso no dejan de ser sino buenas noticias para el sector. Eso sí, los estrictos protocolos sanitarios deben convertir la paciencia del usuario en virtud para que todo el mundo pueda tener su vehículo listo en el menor tiempo posible. En eso están los profesionales zamoranos que, como tantas otras parcelas de la actividad económica, tratan poco a poco de resurgir de sus cenizas.

Julio Sotelo regenta en la margen izquierda Talleres Santi y Julio. La vuelta al trabajo está siendo paulatina, pero no hay queja por parte de unos profesionales que se han tomado muy en serio esto de garantizar la seguridad. "Hemos establecido una parte del taller específica para limpiezas de ozono", detalla este zamorano que compite habitualmente en el Campeonato de España de Autocross. El planteamiento es bien sencillo: el coche se desinfecta antes de que lo toque el mecánico y nuevamente antes de que se lo lleve el cliente, una vez reparado. "Para nosotros, es importante que la gente sienta que nos tomamos esto completamente en serio y que pueden estar seguros de que cumplimos con todas las medidas de higiene", añade Sotelo.

La credibilidad de cara al público es primordial y por eso los talleres se afanan en mostrar ese valor añadido que dé confianza al usuario. "Tenemos a la entrada gel y mascarillas para quien venga a dejarnos el coche", explica Fernando Vega, que dirige otro taller mecánico en la capital. Desde el pasado 4 de mayo, estos locales pueden funcionar con cita previa al estar considerados dentro del apartado minorista de la actividad económica. Esta cita previa sigue ahora vigente y por teléfono "se dan todas las instrucciones" para quien acuda a solucionar los problemas de su vehículo, pero toda la precaución es poca a la hora de garantizar la seguridad.

Los estrictos protocolos sanitarios pueden hacer pensar en un retraso a la hora de entregar los vehículos al cliente, pero nada más lejos de la realidad, según explica Julio Sotelo. "Estamos trabajando con cierta normalidad, a pesar de que todavía tenemos algunos empleados fuera", señala. Tampoco está habiendo problemas con los repuestos, algo que sí ocurrió durante los primeros días de apertura después del parón. "Al principio sí que hubo cierto retraso en la llegada de recambios por el cierre de fábricas y los problemas en movilidad, pero ahora estamos en unos plazos en que nos llegan de un día para otro, incluso de la mañana a la tarde", añade.

De acuerdo con la opinión de los profesionales, las principales "averías" de estos primeros días están relacionadas con las baterías. "Estoy cambiando cuatro o cinco al día", reconoce Vega. Además de esto, que resulta natural, ya empiezan a llegar cuestiones propias de la temporada. "Aires acondicionados, pequeñas fugas? Lo normal para estar a las puertas del verano", añade. No obstante, aclaran los talleres mecánicos zamoranos que están abiertos para todo tipo de cuestiones siempre, cumpliendo siempre con los protocolos establecidos por parte de las autoridades sanitarias.

Las actuales normas indican que durante la fase cero, en la que se encuentra inmersa buena parte de la provincia de Zamora, solo se puede visitar un taller dentro del municipio de residencia, salvo en el caso de los pequeños pueblos que no tengan en su núcleo urbano. No obstante, a partir de las próximas fases, se podrá acudir sin ningún tipo de problema a otros talleres situados en localidades que estén en la misma provincia de Zamora. Esto supondrá un alivio para todos aquellos pueblos cercanos a Benavente, Toro y la capital, que actualmente se encuentran a expensas de los cambios de fase para poder llevar sus vehículos a reparar y poder volver a conducir con garantías.