Potenciador del sabor y ahora también de las disputas políticas. La suspensión, o no, de la Feria del Ajo ha desatado el penúltimo encontronazo entre las principales instituciones públicas zamoranas, como son el Ayuntamiento y la Diputación Provincial. Se echan muchas cosas en cara. Oportunismo, interés o medallitas. Palabras gruesas que dejan entrever una fractura clara entre esas dos administraciones a las que apenas separan unos cien metros, pero que en criterios ideológicos se encuentran en las antípodas. A día de hoy, nada hay claro sobre uno de los buques insignia de las Ferias y Fiestas de San Pedro, aunque todo el mundo parece querer que se celebre, de una manera u otra. Ubicaciones, mil y una. Certezas, en la actualidad, ninguna.

Fue hace apenas tres días cuando la Diputación Provincial abrió la caja de los truenos ofreciéndose a organizar la oficialmente suspendida Feria del Ajo en colaboración con el Ayuntamiento de Zamora y Caja Rural. Un movimiento que no ha gustado nada en la Casa de las Panaderas y que consideran poco menos que poner al alcalde a los pies de los caballos. O de los ajeros, en este caso. Laura Rivera, que forma parte de las dos corporaciones, lo explica con estas palabras. "El interés de Francisco José Requejo parece obedecer a responsabilizar al alcalde, ponerle en evidencia ante los agricultores y criticar al Ayuntamiento de Zamora ante la posible suspensión de la Feria del Ajo", relata la teniente de alcalde en la Plaza Mayor y portavoz de IU en La Encarnación.

Un extremo negado con rotundidad al otro lado de la calle Misericordia, donde afirman que únicamente han tendido la mano a la colaboración para el beneficio de los ajeros. Desde la Diputación Provincial quieren alejarse de polémicas y subrayan que su objetivo no es otro que el de "brindar una solución a unos agricultores que dependen de estos ingresos por un producto de temporada". La clave, dicen, está en esta última cuestión. Por eso quieren impulsar la Feria del Ajo y rechazan celebrar Ecocultura o Raíces, dos de las ferias provinciales oficialmente suspendidas y que Izquierda Unida ha echado en cara, dado que "se pueden celebrar en fechas posteriores" si la crisis del coronavirus así lo permite.

Mientras tanto, las organizaciones sindicales proponen. La Unión de Pequeños Agricultores, por ejemplo, cree que la solución para no suspender la Feria del Ajo pasa por trasladarla de las Tres Cruces a La Marina, un espacio "más amplio y accesible" que evitaría, a su juicio, las aglomeraciones. La COAG, por su parte, ve más adecuado llevar el evento al recinto ferial de Ifeza, con capacidad suficiente para garantizar las distancias de seguridad. En el caso de la Diputación, la postura es dispersar los puestos por diferentes calles de la capital. Y el Ayuntamiento de Zamora estudia también modificaciones para poder salvar la feria.

Los ajeros, por su parte, asisten al baile de ubicaciones con la vista puesta en un futuro incierto. Resta poco más de un mes para la recogida y decenas de productores que venden íntegramente su cosecha en la Feria están a verlas venir. Otros han optado por diversificar los canales de venta y ya han trazado acuerdos con establecimientos para poder colocar el producto. El ajo debe sobrevivir.