Este martes se ha conocido la absolución de la mujer que provocó la muerte a su marido a finales del pasado año, aunque el juez ha decretado el ingreso un psiquiátrico de la vecina de la calle Donantes de Sangre "por motivos de seguridad".

Los hechos ocurrieron la noche del 12 de septiembre de 2019, cuando un hombre de 76 años murió durante el transcurso de una pelea con su pareja, de 74 años, que fue detenida acto seguido por la Policía Nacional a última hora del día.

El suceso se produjo en el interior del domicilio de la pareja, en la calle Donantes de Sangre de Zamora, aunque en aquel primer momento se desconocía la causa de los hechos, así como la causa de la muerte, que determinaría la autopsia.

Según fuentes oficiales a las que accedió este diario, la mujer reconoció que el suceso tuvo lugar como producto de una discusión y que, "cuando él fue a pegarla, la mujer agarró por el cuello a su marido y lo tiró al suelo, momento en que recibió un golpe en la cabeza".

El suceso provocó un enorme revuelo en la calle Donantes de Sangre, adonde se desplazó la Policía Nacional y la Municipal, aunque fue la primera la que se hizo cargo de la investigación, según el procedimiento. El equipo forense y la Policía Científica acudieron a la vivienda pasadas las diez de la noche y, posteriormente, el juez se personó para proceder al levantamiento del cadáver. Poco antes, la mujer, autora de los hechos, salía de la vivienda arrestada por la Policía Nacional, con el rostro cubierto.

Un día después, el juez del Juzgado de Primera Instancia número 6 estableció prisión provisional sin fianza en el centro penitenciario de Topas para la mujer acusada de homicidio. La vecina de Donantes de Sangre fue trasladada a la unidad psiquiátrica de la cárcel, al objeto de practicarle una evaluación para determinar su imputabilidad. A la acusada se le permitió, durante ese tiempo, mantener comunicación y recibir visitas.

Todo ocurrió después de treinta horas detenida. La mujer acudía en coche oficial a las dependencias judiciales de la calle del Riego a primera hora de la mañana del día siguiente a los hechos, donde permaneció durante varias horas. Cerca de las dos de la tarde salía esposada y escoltada por agentes de la Policía Nacional.

Entretanto, el funeral por la pareja se celebraba en la iglesia de María Auxiliadora, un agente de la Guardia Civil jubilado, natural de Sayago, que residía con su mujer en Las Viñas desde hacía años. La misma vivienda donde todo ocurrió.