La Diputación Provincial de Zamora colocará en cada uno de sus edificios unas alfombrillas desinfectantes para que todo aquel que acceda al interior lo haga en condiciones de higiene adecuadas para evitar la propagación del COVID-19. Se trata de una de las medidas incluidas en el plan especial en materia de prevención de riesgos laborales que la administración de Francisco José Requejo ha diseñado para cuando la capital entre en la fase 1 de la desescalada. No obstante, los inmuebles ya se están preparando para esa vuelta al trabajo que se realizará de manera gradual para garantizar en todo momento el bienestar tanto de los trabajadores como de los ciudadanos.

Mientras la capital se mantenga en fase cero, la Diputación Provincial contará con el personal "mínimo imprescindible" para el desempeño presencial de las tareas necesarias en cada uno de los servicios. No obstante, los protocolos ya están perfilados para esa citada vuelta al trabajo. El documento con el que trabaja la institución prevé una flexibilización de jornada y horarios, en especial para el personal que tenga menores a cargo o mayores dependientes y se vea afectado por el cierre de centros. Para el que sí deba acudir a los edificios públicos, se establecerá la toma diaria de la temperatura antes del acceso a sus puestos de trabajo mediante sistemas sin contacto físico, además de efectuar una entrada y salida de manera escalonada para evitar posibles aglomeraciones dentro de los márgenes de flexibilidad horaria establecidos.

Los controles de seguridad seguirán su curso, aunque concretando una distancia interpersonal para evitar, en todo caso, el contacto. En los accesos a todos los edificios de la Diputación Provincial se instalarán alfombrillas de entrada impregnadas de una solución desinfectante para evitar la propagación del virus y se suspenderá la lectura de la huella dactilar para el fichaje de los trabajadores. Ya en el interior, se están rediseñando los espacios para posibilitar el distanciamiento social de dos metros, modificando la ubicación de los puestos de trabajo y colocando barreras físicas de metacrilato. Está previsto, además, incorporar a los trabajadores por turnos para evitar el contacto sin la distancia de seguridad.

Esta reincorporación del personal a sus centros de trabajo se llevará a cabo "de manera gradual y progresiva". Para ello, se tendrán en cuenta las necesidades del servicio y la existencia de los colectivos clasificados en cada momento como grupos vulnerables parra COVID-19 por el Ministerio de Sanidad. En lo referente a la atención al público, se limitará el aforo y se establecerá la cita previa, además de disponer de las mismas medidas de protección que se contemplen en el uso de las zonas comunes con señalización del área o espacio concreto que los empleados ocupan durante la ejecución de sus tareas, con el objetivo de asegurar la existencia de dos metros de distancia entre trabajador y ciudadano en atención.