Sin cita previa y sin gente. Así ha sido la actividad comercial en la capital durante este primer día de la renombrada “fase 0,5”. Un periodo intermedio con medidas de alivio para las pequeñas tiendas, pero que no ha contado con el respaldo de la ciudadanía, aún con miedo de juntarse en según qué lugares. Las principales calles comerciales de Zamora figuraban esta mañana como cualquier otra jornada de estos últimos dos meses y medio. Si bien los curiosos ojeaban los escaparates, las reticencias para acceder al interior de los establecimientos eran la norma.

“Abrimos casi por obligación”, reconocía Isidro, propietario de una tienda de moda de mujer próxima a Santa Clara. Un sentimiento compartido por buena parte del tejido de las pymes locales, que una vez más han denunciado la “improvisación” a la hora de establecer las normas para el sector. “Lo del BOE empieza a ser pesado, porque nos enteramos de todo a última hora y sin capacidad de reaccionar”, comenta este empresario en relación a la posibilidad de aplicar rebajas.

Si para el comercio ha sido un día de perros, otro día más, hay un sector que ha encontrado mejores sensaciones. Es el de las administraciones de lotería, que han vuelto hoy a la actividad con máximas medidas de seguridad. Durante buena parte de la mañana se han podido ver colas en los despachos que han abierto, para tranquilidad de sus dueños y de quienes gustan de jugar.

No ha sido así en las bibliotecas y museos, que han permanecido cerrados a pesar de la posibilidad de retomar la actividad. Las primeras están esperando un plan de la Junta de Castilla y León en colaboración con los ayuntamientos para abrir sus puertas; mientras que los segundos, los dependientes de la comunidad autónoma, ya han anunciado que será el 29 de mayo cuando vuelvan a conectarse con los ciudadanos.