El fallecimiento de Julio Anguita ha sido muy sentido entre la militancia de Izquierda Unida Zamora. No en vano, muchas de las personas que ahora gobiernan el ayuntamiento de la ciudad iniciaron su actividad en la política cuando el cordobés lideraba esta formación a nivel federal. Si bien en el último lustro el partido de Zamora no ha dudado en expresar sus discrepancias con la estrategia de la dirección federal, que Anguita apoyaba, los miembros más visibles de IU Zamora reconocen la influencia del exalcalde de Córdoba en su juventud y lo alaban como un político coherente y que trabajaba "para cambiar el sistema en beneficio de las clases desfavorecidas".

El actual alcalde de Zamora, Francisco GuaridoEn esos años el líder de izquierdas visitó varias veces la ciudad y a su militancia, que por aquel entonces intentaba abrirse un hueco en la política municipal. De esas visitas, Guarido recuerda una anécdota ocurrida en la terraza del bar Valderrey, en la plaza de Castilla y León, en la que Anguita "sacó su vena de persona sencilla". El camarero al reconocer al portavoz de IU en el Congreso se acercó con una libreta y le dijo "por favor, señor Anguita, ¿me puede firmar un autógrafo?", al instante el diputado de ofreció la mano y le dijo "yo no firmo autógrafos, ya que soy como tú, como cualquier obrero". Según cuenta Guarido, "el camarero lo entendió al instante, se dieron la mano, charlaron un rato y en el ambiente quedó un poso de igualdad y de cómo algunos grandes están a ras de suelo".

Dos décadas más tarde esos militantes que tomaban un café con Julio Anguita en el bar Valderrey convertían a Zamora en la segunda capital de provincia gobernada por Izquierda Unida. La primera fue Córdoba, y en la ciudad andaluza esa etapa la inició el propio Anguita ganando las municipales de 1979, cuando el PCE aún se presentaba a las elecciones con sus propias siglas. El alcalde de Zamora define a Julio Anguita como "un extraordinario alcalde" por "su personalidad sencilla, su gran preparación, compromiso, esfuerzo y convicciones", y subrayó que "tenía todas las virtudes de un buen político de izquierdas, nunca persiguió nada para él".

El actual coordinador general de Izquierda Unida en Zamora, Miguel Ángel Viñas, se afilió al PCE y a IU en 1991, cuando Julio Anguita lideraba ambas organizaciones. El joven Viñas de los 90 no llegó a tener trato directo con Anguita, pero todavía recuerda vívidamente los discursos que pronunciaba en la Casa de Campo cada año durante la fiesta anual del Partido Comunista. "Eran unos discursos perfectamente estructurados y que conseguían algo muy importante, y es que lo que él decía lo entendían todos, independientemente de la formación académica del que escuchaba, porque explicaba las cosas de forma muy clara, también cuando hablaba de economía, que es lo más difícil de hacer llegar a la gente".

Viñas escuchaba con atención las ideas de Anguita sobre la economía y su oposición a la ratificación el Tratado de Maastricht, que derivó en una crisis interna del partido, a pesar de la cual, recuerda Miguel Ángel Viñas, Julio Anguita pudo llevar a Izquierda Unida a "los mejores resultados electorales, unos niveles que no volveríamos a alcanzar hasta muchos años más tarde, ya con Cayo Lara como coordinador general".