La vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, adelantó este jueves que el Gobierno está estudiando nuevas medidas de "flexibilidad" para localidades de menos de 3.000 habitantes, en una iniciativa que permitiría que estos municipios fueran más deprisa en la desescalada.

En su comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Ribera aseguró que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido con los presidentes autonómicos a buscar espacios donde se acelere "con todas las cautelas del mundo" el camino hacia la nueva normalidad porque, según ha apuntado, "tiene poco sentido mantener las mismas limitaciones que en las grandes urbes".

"Queremos impulsar medidas que tienen mucho sentido en pueblos pequeños, lo habíamos hecho con alguna flexibilidad muy limitada para municipios con menos de 5.000 habitantes, y hay un compromiso del presidente del Gobierno con los presidentes de las comunidades autónomas de buscar un espacio donde se vaya más deprisa con todas las cautelas del mundo", indicó la representante del Ejecutivo.

Teresa Ribera aludió a esta posibilidad tras exponer el plan de desescalada del Ejecutivo de Sánchez y ante las propuestas de diversos grupos políticos, que exigen medidas específicas para las zonas rurales ante la reconstrucción posterior a la COVID-19.

Estas medidas para localidades de menos de 3.000 habitantes, aún por concretar, se sumarían a las contempladas para los pueblos de menos de 5.000 en los que el Gobierno no aplica la obligatoriedad de ceñirse a determinadas franjas horarias para el paseo y la práctica de deporte.

Cabe destacar que, en el caso de Zamora, estas medidas que se deben definir afectarían a 245 de los 248 municipios del territorio. Tan solo la capital, Benavente y Toro superan los 3.000 habitantes, por lo que el resto de los ayuntamientos podrían beneficiarse de estas acciones si finalmente llegan a concretarse.