El coronavirus deja en Zamora cuatro nuevas víctimas mortales, una de ellas en el hospital (la que figura en las estadísticas generales) y tres más en las residencias de mayores, dos de ellas con COVID confirmado y otra más con síntomas de padecer la enfermedad.

Es el reguero mortal que deja la epidemia pese a que parece estar perdiendo fuelle, tras sumar sólo seis nuevos infectados en la provincia, dato que ciertamente puede estar distorsionado por la falta de test, pero que está corroborado por otros indicadores, como la presencia de siete ingresados menos en las plantas del hospital (hay 70) y dos menos en la UCI (tienen 12 pacientes, diez de ellos COVID).

La cifra de 617 pacientes puede subir ya que los centros de salud van a comenzar ya a realizar los famosos test rápidos a los afectados diagnosticados hasta ahora solo por sospecha clínica. Unas pruebas que esperan como agua de mayo los profesionales, aunque la consejera aseguró que "está llegando el avión" con los test chinos para este sector, que sigue incrementando la cifra de infectados en Zamora: ya son 57, de los cuales 21 ya han sido dados de alta. Las enfermeras suman dos casos positivos más y se sitúan en cabeza con 22 (5 ya de alta), por delante de los médicos, con 20 (14 de alta), administrativos, que suman dos infectados y se colocan en tercer lugar con 6 (dos ya de alta), por 5 de los auxiliares sanitarios, dos de celadores, uno de otros sanitarios y uno de fisioterapeutas, que se incorporan a la categoría de infectados al declararse el primer caso.

La situación de las residencias sigue en términos parecidos, excepto por los tres fallecimientos, uno de los cuales se ha producido en Los Tres Árboles (con positivo COVID) y otro en la mixta de Los Valles de Benavente (uno con síntomas de la enfermedad).

Mascarillas y veterinarios

Por otra parte, las farmacias de Zamora ya están recibiendo mascarillas, pero "a cuenta gotas", es decir, un número de unidades insuficientes para satisfacer toda la demanda de estos elementos de protección. En algunos casos están limitando el despacho de unidades a un par de ellas por persona a la espera de que en un plazo razonable pueda normalizarse el mercado, fundamental para la desescalada.

Por su parte, los veterinarios han creado una gran red de vigilancia epidemiológica, liderada por un comité de expertos, para detectar el posible contagio de COVID-19 en animales, ahora mismo solo una posibilidad no suficientemente demostrada.