Uno de los problemas que más preocupan en otro tipo de enseñanzas, como es el caso de los estudiantes de las escuelas de idiomas son las pruebas de certificación, que normalmente se celebran en los meses de junio y septiembre. La consejera Rocío Lucas adelantó que se está trabajando en este aspecto para adaptarse a las nuevas circunstancias.

En este sentido, si el confinamiento se prolongase hasta el punto de poner en riesgo la obtención del título del alumnado, propuso realizar pruebas de promoción en todos los cursos y en cada escuela oficial de idiomas en el mes de julio y de forma presencial. Asimismo, se realizarían las de certificación en septiembre, o incluso en octubre, "cuando puedan desarrollarse de forma presencial, con todas las garantías de seguridad", subrayó la consejera. En todo caso, los estudiantes seguirán teniendo derecho a realizar la prueba de certificación. El desarrollo de las mismas en los diferentes niveles está contemplado en el Marco Europeo de las Lenguas

Lucas recordó que son 17.000 alumnos los que se presentan cada año a las pruebas de certificación -15.000 de ellos con matrícula oficial y unos 2.000 que se examinan de forma libre-. Se trata de unas pruebas, recordó la consejera, que se realizan de forma unificada en toda la comunidad de Castilla y León.