La docencia fue uno de los primeros sectores afectados por el actual estado de alerta, pero no solo a nivel de colegios, institutos y universidades de carácter público, y es que los centros privados también han sido damnificados. Un ejemplo son las guarderías privadas, muy afectadas económicamente y desde donde afirman que a pesar de tener "cero ingresos" asumen alrededor del 60 por ciento de los gastos habituales. Así lo aseguran desde la Agrupación de Guarderías Privadas de Zamora y Morales del Vino al explicar que en este tiempo tienen que hacer frente a los costes de los "alquileres de los locales, préstamos, hipotecas, cupones de autónomos, seguridad social de las trabajadoras..." y "aunque no fue lo que pensábamos en un momento, muchas nos hemos visto forzadas a hacer ERTEs" entre sus trabajadores.Paula de la Torre

, que ejerció de portavoz de esta Agrupación que engloba una decena de centros de la capital y Morales, expuso la complicada situación por la que atraviesan estos pequeños negocios e insiste en que "nuestras guarderías son empresas pequeñas, no tenemos apoyo de entidades públicas, ni subvenciones, somos autónomas, con todo lo que ello conlleva. Tenemos que seguir pagando alquileres, préstamos, hipotecas, cupones de autónomos, seguridad social de las trabajadoras...y comiendo claro. Existen ayudas que nos aporta el gobierno o la Junta de Castilla y León, pero como el resto de españoles, todavía no hemos podido hacer uso de ellas".

Desde la Agrupación de Guarderías siguen los pasos marcados a nivel nacional y son conscientes de que, aunque fueron de las primeras empresas en cerrar, serán de las últimas en abrir, algo que cree que podría ocurrir a lo largo del mes de junio, aunque es un pronóstico que se maneja conscientes de que esta situación, por la extensión de la pandemia, se puede alargar. "Fuimos las primeras en cerrar y seremos de las últimas en abrir. Esto nos asusta, ya que, aunque seamos un servicio esencial e imprescindible, pero no siempre reconocido, nuestra actividad al igual que los colegios será de las últimas en incorporarse". Para estos centros privados, el hecho de que a buen seguro sean de las últimas en volver a la "normalidad" tiene sus pros y sus contras y es que "el hecho de estar cerradas tanto tiempo, estimamos que entre 2 o 3 meses, es totalmente inviable, y nos afectará en gran medida económicamente, ya que tenemos 0 ingresos, y más del 60 por ciento de los gastos, aparte de nuestros gastos personales que hay que tenerlos en cuenta también. El lado positivo, es que el momento en el que nos incorporemos a nuestra actividad, al ser de las últimas, el virus estará más que controlado, podremos volver a la normalidad con más facilidad, y las familias podrán volver a disfrutar de nuestros servicios con mayor tranquilidad, y por supuesto las animamos a ello, estamos deseando volver a nuestras vidas. Pero también existe miedo a la reacción de la gente", admitió Paula de la Torre.

Durante estas semanas, todos los centros mantienen una vinculación activa con las familias y a diario envían a través de los teléfonos móviles e Internet actividades para que los pequeños, a los que confiesan que están deseando "volver a ver". Ahora, el objetivo es que "sigan aprendiendo a la vez que ayudamos a las madres y padres a tenerlos entretenidos".

Paula de la Torre, consciente de que lo complicado económicamente está por llegar, recordó en nombre de la Agrupación que estos negocios y pequeñas empresas también necesitan el apoyo de todos los zamoranos y ahora mismo, como el resto, están atravesando un momento delicado. "Siempre se habla de gastar" en el comercio local, pero con nosotras parece que eso no vale. Somos un negocio igual que el de cualquier otro zamorano, y también necesitamos en estos momentos tan duros su apoyo, también necesitamos que gasten en nuestros negocios", insistió al tiempo que subrayó que existen subvenciones para familias en las que "se les devuelven las cantidades gastadas en nuestros negocios, hay muchas facilidades para ellos en estos momentos".