La Gerencia Regional de Salud pidió hace semanas a todas las residencias de la región que evitaran trasladar a residentes enfermos por COVID-19 a los hospitales, "salvo casos justificados, de gran excepcionalidad, que tuvieran altas posibilidades de recuperación, conforme a los criterios de prioridad establecidos" y contando con la autorización expresa de los servicios de urgencias de los hospitales de referencia.

El documento lleva el encabezamiento "Consideraciones éticas de la Comisión de Bioética de Castilla y León en relación con las medidas terapéuticas a seguir en las residencias de carácter social (RRCS) durante la pandemia COVID-19" y se justifica "Ante una situación excepcional de desastre sanitario".

A lo largo de dos páginas, el documento se refiere a la situación de "desastre sanitario" que se alcanzaría ante una posible inadecuación entre las necesidades sanitarias y los recursos disponibles; recuerda que los residentes pertenecen a grupos vulnerables, por razón de su edad, de su estado de salud o de su nivel de dependencia; y señala que cuando los recursos escasean "resulto inevitable priorizar el acceso" a estos.

El documento plantea como criterios clínicos priorizar los recursos teniendo en cuenta "la situación funcional previa del enfermo (índice de Barthel) y su esperanza de vida según comorbilidad y edad (índice de Charlson). Estos criterios, prosigue, deber estar siempre presentes. "Debemos priorizar el uso de medidas invasivas sobre los enfermos con menos enfermedades asociadas, mayor esperanza de vida o menor grado de dependencia".

Tras precisar que "cada decisión que se tome deberá justificarse y registrarse por escrito, pudiendo ser defendida públicamente, si fuera preciso" y que "siempre se deberá actuar con transparencia", el documento concreta que "la edad cronológica (en años), no es nunca el único criterio a tener en cuenta. Pero es verdad que, como se puede establecer por la esperanza de vida y situación funcional, en situaciones extremas y siempre ante casos similares, se debe dar prioridad a los más jóvenes que tienen más posibilidades de supervivencia y secundariamente, más años de vida salvada". El documento concluye estableciendo los criterios que deberán seguir las residencias evitando los traslados a hospitales salvo casos excepcionales, e intentando un tratamiento curativo o de mantenimiento.

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, respondió ayer a este periódico acerca de esta comunicación a las residencias. "Entiendo que pueda parecer duro, pero es algo habitual" y está avalado "por todas las sociedades científicas". Casado se refirió en concreto a casos de paciente que por sus patologías y su edad no son operadas de dolencias específicas.

El documento concluye pidiendo a las residencias que se cuide "la comunicación y la información a los residentes y a sus familiares, en todo lo posible y a pesar de las medidas de aislamiento que sean necesarias". Verónica Casado aseguró ayer que en estas situaciones "las residencias están informando a las familias".