La cancelación de las celebraciones ha supuesto un fuerte golpe para el sector nupcial y de comuniones. El de la moda, es uno de los más afectados por dos vertientes: por un lado, los trajes y vestidos de comuniones tendrán que pasar otra vez por el taller y, por otro, los trajes y vestidos de boda se han quedado a la espera de las últimas pruebas para irse a casa. Dolores Cubo, conocida como Loly Cubo, dedicada al diseño y confección de vestidos de ceremonia, asegura que nunca antes había pasado por una situación similar. Los diseños, que en su caso son únicos para cada persona, se han paralizado a la espera de "ver qué pasa y cuándo se pueden empezar las celebraciones. Aunque la temporada de este año está perdida, Cubo quiere lanzar un mensaje de ánimo y asegura que "lo importante es que todos sigamos con el aliento y la lucha que hemos llevado siempre en este negocio".

En las fincas y los restaurantes, el coronavirus también ha hecho mella. En el complejo de Monte La Reina (Toro), se han aplazado las 40 bodas que tenían para otoño. "Y es complicado. El año que viene yo tengo mis clientes de 2021, las bodas que aplacemos ahora, son bodas que se pierden el año que viene", resuelve Sandra Inaraja. Desde el complejo de La Yagona (Entrala), empiezan a predeci pérdidas: "En el mes de mayo, llegaremos a los 30 o 40.000 euros no ingresados".